Después de la muerte de la reina Isabel II, Carlos III se convirtió en el Rey de Gran Bretaña y dejó una herencia al príncipe William, su hijo mayor, que consta de algunos de sus títulos como príncipe de Gales y duque de Cornualles, los cuales van acompañados con propiedades valiosas de la corona.
Una de esas propiedades es el castillo de Highgrove, ubicado en Gloucestershire, que adquirió en actual Rey en 1980 y donde pasó algunos veranos en compañía de Diana, disfrutando de su granja ecológica. Si quiere continuar disfrutando de este castillo, deberá pagar a su hijo unos 800 mil euros al año por concepto de alquiler.
Otra futura herencia del Príncipe William
Otra propiedad que el Rey desea dejar como herencia a su hijo es Frogmore House, pues considera que es más apropiada al nuevo estatus que tienen los herederos de la familia. Hace poco el príncipe y su esposa se mudaron a Adelaide Cottage, en Windsor, un apartamento de cuatro habitaciones en el que viven con sus dos hijos pequeños.
Kate y William también tienen dentro de su patrimonio actual la casa de campo Anmer Hall, en Norfolk, un apartamento ubicado en el Palacio de Kensington y otra casa en Escocia que tiene por nombre Tam-Na-Ghar Cottage.
Es evidente que la riqueza de Kate y William se incrementó de forma exponencial por la herencia del príncipe, que amplió las opciones de vivienda para la pareja y sus hijos. Sin embargo, es posible que los príncipes de Gales se tomen algo de tiempo antes de decidirse por otra mudanza, teniendo en cuenta que solo tienen dos meses en su residencia actual.