Las agujetas son unas molestias musculares que aparecen después de realizar un ejercicio intenso o poco habitual. Se deben a la inflamación y las micro-roturas de las fibras musculares, que se reparan y se adaptan al esfuerzo. Entrenar con agujetas puede ser molesto, pero la buena noticia es que duran entre 24 y 72 horas.
Además, entrenar con agujetas a veces es la mejor opción. Ten en cuenta que si dejas de hacer ejercicio, el dolor puede ser más intenso al regresar. En su lugar, lo que puedes hacer es bajar repeticiones y peso, descansos cortos, hidratación, masajes y estiramientos.
Entrenar con agujetas: ¿si o no?
La respuesta no es sencilla, ya que depende de varios factores, como el tipo, la intensidad y la frecuencia del ejercicio, el nivel de dolor y el estado físico de cada persona. En teoría sí puedes entrenar con agujetas. Sin embargo, cada quien es consciente de sus propias limitaciones y de su umbral del dolor.
Asimismo, es preciso saber distinguir el tipo de malestar, de esta forma sabrás si puedes o no entrenar con agujetas. Es normal que al entrenar exista un dolor en los músculo. Sin embargo, si el dolor es intenso, puede tratarse de otro tema como una lesión o un mal movimiento. En ambos casos, es mejor no forzar al cuerpo.
Recomendaciones
Escuchar al cuerpo: Si el dolor es leve o moderado, se puede entrenar con agujetas, pero siempre respetando los límites y las sensaciones de cada uno. Si el dolor es intenso o limita el movimiento, se debe descansar hasta que mejore.
Reducir la intensidad: Se debe disminuir la carga, la velocidad y el tiempo del ejercicio para evitar sobrecargar los músculos afectados. Se puede alternar ejercicios de baja y alta intensidad, o cambiar el tipo de ejercicio para trabajar otros grupos musculares. De cualquier modo, sí es posible entrenar con agujetas.
Calentar y estirar: Ten en cuenta que los dolores musculares siempre están, pero si calientas y estiras, preparas al músculo. De esta forma, entrenar con agujetas es más sencillo. Por ello, se debe realizar un calentamiento previo al ejercicio para preparar los músculos y aumentar el flujo sanguíneo. También se debe estirar al finalizar el ejercicio para relajar los músculos y favorecer la recuperación.
Hidratarse y alimentarse bien: Se debe beber agua antes, durante y después del ejercicio para reponer los líquidos perdidos por el sudor. También se debe consumir una dieta equilibrada y rica en proteínas, carbohidratos y grasas saludables para aportar los nutrientes necesarios para la reparación muscular. Si sigues estos consejos, ya no tendrás que entrenar con agujetas.
Entrenar con agujetas puede tener algunos beneficios, como mejorar la adaptación muscular, aumentar la tolerancia al dolor y mantener la motivación. Sin embargo, también puede tener algunos riesgos, como empeorar las lesiones, reducir el rendimiento y provocar un sobreentrenamiento. Por eso, siempre se debe tener precaución y sentido común. Incluso, de ser necesario consultar a un profesional si se tiene alguna duda o se presenta algún síntoma alarmante.
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