La ropa confeccionada suele ser elegante y un clásico atemporal. Este tipo de piezas destaca por se suave, brindar calidez y sobre todo durabilidad. Sin embargo, pare que esto último sea así, lo mejor es colaborar en el proceso de mantenimiento, de esta forma estarán en perfecto estado. Recordemos que la lana es una fibra natural, por ende, requiere de cuidados específicos para que no se estropee y le alargue su vida útil.
Esta fibra natural que se conoce como lana viene principalmente del pelaje de las ovejas, pero también hay algunas que están hechas a partir de otros animales como las cabras (cacherima y mohair conocidas por su alto precio), conejos (angora) y hasta alpacas. Esta fibra especial tiene años de uso, de hecho se ha utilizado durante siglos por sus propiedades y características únicas. En esencia, estamos hablando de un material tan resistente como elástico y sobre todo cálido que tiene la capacidad de absorber la humedad, todo esto sin perder su capacidad de aislamiento.
Son todas estas características las que la hacen valiosa, pero al mismo tiempo propensa a sufrir ciertos daños. Uno de los más frecuentes es el encogimiento, también la formación de bolitas sobre su superficie y el desgaste.
Claves para cuidar las prendas de lana
Para mantener tu ropa de lana en buen estado, lo primero que debes tener en cuenta es la forma de lavado. La recomendación es que sea a mano y lo mejor es hacer uso de agua tibia o en su defecto fría con un detergente que sea específico para lana. Además, trata de no frotar ni mucho menos retorcer la prenda porque esto hará que se dañen las fibras. En lugar de esto, debes agitar suavemente dentro del agua.
Ahora bien, si decides llevar tu ropa de lana a la lavadora, entonces usa el ciclo delicado y coloca las prendas dentro de una bolsa, así podrás protegerlas más. Al igual que con el lavado a mano, trata de usar detergentes no agresivos y agua fría para que no se vayan a encoger.
Tras este proceso de lavado, enjuaga bien la prenda de lana para que no queden residuos de polvo de lavar o detergente. Este paso es muy importante porque el detergente residual puede dañar las fibras y la pieza perdería su suavidad.
Para la parte del secado también debes ser extra cuidadoso. Una regla de oro es que nunca uses la secadora con las piezas de lana, porque es muy probable que el calor las encoja. La mejor forma de seca es extender sobre una toalla y enrollar para reducir el exceso de agua. Luego colócala en una superficie plana para que el viento las seque.
Una recomendación adicional es evitar la luz directa del sol, ya que esta puede desde debilitar las fibras del material, como decolorar la pieza. Lo mejor será secar en lugares sombreados en donde corra suficiente aire.
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Una vez que la pieza ya está seca, entonces deberás almacenar y tienes que asegurarte antes de guardar que estén bien seca, porque la lana y la humedad combinadas puede llevar a malos olores y hasta generar moho.
Un aspecto que también debes tener en cuenta en el almacenamiento es proteger la pieza de las polillas. Estos insectos se sienten atraídos por las fibras naturales, por lo que lo mejor es utilizar bolsas de almacenamiento que sean herméticas. También puede funcionar que uses bolsas de plástico, de ambas formas lograrás el objetivo que es proteger. Como dato adicional puede también usar repelentes naturales como el cedro o la lavanda.
Sobre cómo guardar, hay quienes deciden colgar, pero el problema con esta opción es que pueden deformarse debido a su propio peso. Por ello, es mejor dólar y guardar en un sitio seco y oscuro.
Detergentes y forma de cuidar prendas de lana
La elección del detergente es crucial para el cuidado de las prendas de lana. En este sentid, lo recomendado es utilizar específicos para este material. El motivo es que son suaves y están formulados para limpiar sin dañar.
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Los detergentes comunes sirven para muchos materiales, pero en el caso de la lana, las enzimas y agentes blanqueadores pueden dañarla. De allí que los suaves y sin fragancias sean la mejor alternativa. En caso de que tenga manchas, entonces trátalas antes de lavar, usa detergentes suaves y aplica en la mancha, luego enjuaga con agua fría.
Cuidar las prendas de lana puede parecer una tarea ardua, pero así puedes mantenerlas en excelente estado durante muchos años. Siguiendo estos consejos de lavado, secado y almacenamiento, podrás disfrutar de la calidez y suavidad con menos daños y desgaste. Recuerda siempre utilizar productos específicos para lana y evitar el uso de calor excesivo. Si quieres conocer más, entonces revisa en otros sitios como Katia o home-healthy-home.