A pesar de su nombre, el azúcar de alcohol no contiene ni azúcar ni alcohol, sino que tiene una estructura química similar a ambos. Además, se puede encontrar de forma natural en algunas frutas, verduras y plantas. También, se puede producir en un laboratorio a partir de otros hidratos de carbono simples. Algunos ejemplos de azúcares alcoholes son el xilitol, el eritritol y el maltitol.
¿Conoces el azúcar de alcohol?
El azúcar de alcohol tiene algunas ventajas y desventajas para la salud que conviene conocer. Por un lado, son bajos en calorías y no elevan la glucosa en sangre tan rápido como el azúcar común. Por este lado puede ser beneficioso para las personas con diabetes o con problemas de triglicéridos. Además, tienen menos efecto cariogénico, es decir, no favorecen la formación de caries dental, ya que son menos fermentables por las bacterias de la boca.
Por otro lado, los azúcares alcoholes pueden causar efectos secundarios digestivos si se consumen en exceso. Por ejemplo, malestar, diarrea y flatulencia. Esto se debe a que el organismo tiene dificultad para absorberlos y los elimina por las heces. El maltitol es el que más problemas digestivos puede provocar, mientras que el eritritol es el que menos, ya que se absorbe en el torrente sanguíneo y se elimina por la orina. El manitol, otro azúcar de alcohol, se metaboliza en el hígado y se transforma en fructosa. A su vez, puede aumentar la glucosa y los triglicéridos en sangre si no hay insulina.
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Una opción más sana pero con calorías
Ten en cuenta que el azúcar de alcohol no es edulcorantes sin calorías, aunque aportan menos que el azúcar común. Por lo tanto, no son útiles para adelgazar o reducir las calorías de la dieta, sino para moderar el impacto del azúcar en el organismo. Por ello, se recomienda consumirlos con moderación y preferir los que tienen menos efectos secundarios, como el xilitol y el eritritol. También se aconseja leer las etiquetas de los alimentos que los contienen y tener en cuenta la cantidad que se ingiere.
El azúcar de alcohol es una alternativa al azúcar de mesa que puede tener algunos beneficios para la salud, pero también algunos riesgos. Es importante informarse sobre sus características y consumirlos de forma responsable. Si se tiene alguna duda o se padece alguna enfermedad, se puede consultar con un médico o un nutricionista antes de incluirlos en la dieta.
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