El dolor de garganta es una molestia muy común que puede afectar a personas de cualquier edad y condición. Se trata de una inflamación de la faringe o de las amígdalas, que puede tener diversas causas. Por ejemplo, infecciones virales o bacterianas, alergias, irritación por humo o aire seco, o uso excesivo de la voz. Además, hay tratamiento para el dolor de garganta, según los síntomas que se presenten. Por lo general, suele ir acompañado de otros síntomas, como enrojecimiento, hinchazón, dificultad para tragar, tos, fiebre o malestar general.
En la mayoría de los casos, el dolor de garganta es un problema leve y autolimitado, que se resuelve en unos días con medidas simples y remedios caseros. Sin embargo, en algunos casos, el tratamiento para el dolor de garganta puede variar y ser más intenso. El motivo es que la afección puede ser un signo de una enfermedad más grave o complicada, que requiere atención médica y tratamiento específico. Por eso, es importante saber cómo prevenir, aliviar y tratar el dolor de garganta, así como cuándo consultar a un médico.
Conoce los tratamientos para el dolor de garganta
Gárgaras para la garganta
Una de las medidas más sencillas y efectivas como tratamiento para aliviar el dolor de garganta es hacer gárgaras con agua tibia y sal. Lo recomendado es hacerlo varias veces al día. La sal ayuda a extraer la mucosidad y el exudado de la garganta, reduciendo la inflamación y la irritación. Además, tiene un efecto antiséptico, que puede prevenir o combatir las infecciones bacterianas.
Otras sustancias que se pueden añadir al agua como tratamiento para el dolor de garganta y para hacer gárgaras son el bicarbonato de sodio, el vinagre, el limón, la miel, la manzanilla o el árnica. Todos ellos tienen propiedades antiinflamatorias, calmantes, cicatrizantes o desinfectantes. Se recomienda hacer las gárgaras después de las comidas y antes de acostarse, durante al menos 30 segundos cada vez, y escupir el líquido sin tragarlo.
Alivio rápido
Además de las gárgaras, existen otros remedios y tratamientos para el dolor de garganta que pueden proporcionar un alivio rápido al malestar.
Chupar pastillas o caramelos con mentol. Eucalipto, miel o limón, que ayudan a mantener la garganta húmeda y a adormecer el dolor. Ten en cuenta que no se deben dar a niños pequeños por riesgo de asfixia.
Además, tomar analgésicos de venta libre. Por ejemplo, el paracetamol, ibuprofeno o naproxeno, sirven como tratamiento para el dolor de garganta porque reducen la inflamación, la fiebre y el malestar. Se deben seguir las indicaciones del prospecto y consultar al médico en caso de alergia, embarazo, lactancia o enfermedades crónicas.
Aplicar un espray de equinácea. También sirve para el tratamiento del dolor de garganta, la salvia. Todos tienen un efecto antiinflamatorio, antiséptico y anestésico local. Se pueden usar varias veces al día, siguiendo las instrucciones del envase.
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Beber líquidos tibios o fríos. Los líquidos como agua, infusiones, zumos o caldos, también son tratamientos para el dolor de garganta porque hidratan y alivian la sequedad. Ten en cuenta que se deben evitar las bebidas alcohólicas, con cafeína o muy azucaradas, que pueden irritar la mucosa.
Usar un humidificador o un vaporizador en la habitación. De igual modo, tomar una ducha de vapor, es otro tratamiento para el dolor de garganta porque aumentan la humedad del aire y facilitan la respiración y la eliminación de las secreciones. Además, se pueden añadir unas gotas de aceite esencial de eucalipto, menta o lavanda, que tienen propiedades descongestionantes y relajantes.
Elevar la cabeza al dormir. Para ello, usa una o dos almohadas, porque favorece el drenaje de la mucosidad y evita la presión en la garganta.
Tomar antibióticos. Es un tratamiento para el dolor de garganta, pero solo si el médico los prescribe, en caso de que el dolor de garganta sea causado por una infección bacteriana, como la faringitis estreptocócica. Los antibióticos no son efectivos contra las infecciones virales, que son las más frecuentes. Se debe completar el tratamiento indicado y no automedicarse.
Síntomas de dolor de garganta
El dolor de garganta puede manifestarse de diferentes formas, según su causa, intensidad y duración hay un tratamiento. Algunos de los síntomas más habituales son:
-Dolor al tragar, hablar o respirar, que puede ser leve, moderado o intenso.
-Sensación de picazón, ardor, resequedad o irritación en la garganta.
-Enrojecimiento e hinchazón de la garganta o de las amígdalas, que pueden presentar manchas blancas o pus en algunos casos.
-Inflamación y sensibilidad de los ganglios linfáticos del cuello. Cuando hay dolor de garganta se pueden palpar como bultos debajo de la mandíbula o detrás de las orejas.
-Fiebre, escalofríos, sudoración, malestar general, dolor de cabeza, dolor muscular o articular. Todos ellos aparecen cuando hay dolor de garganta e indican una respuesta inflamatoria del organismo.
-Tos, estornudos, secreción o congestión nasal, que sugieren una afectación de las vías respiratorias superiores, como en el caso del resfriado o la gripe.
-Ronquera, afonía, carraspera o cambios en la voz, que reflejan una irritación o una lesión de las cuerdas vocales, como en el caso de la laringitis.
Complicaciones del dolor de garganta
El tratamiento para el dolor de garganta puede ser muy diverso. Incluso, suele mejorar por sí solo en unos días, sin dejar secuelas. Sin embargo, en algunos casos puede complicarse y dar lugar a problemas más serios, como los siguientes:
Absceso periamigdalino. Es una acumulación de pus alrededor de las amígdalas, que puede causar dificultad para respirar, abrir la boca o tragar, y que requiere drenaje quirúrgico y antibióticos.
Fiebre reumática. Es una enfermedad inflamatoria que se manifiesta con dolor de garganta y puede afectar al corazón, las articulaciones, la piel y el cerebro. Además, se produce por una reacción autoinmune tras una infección por estreptococos del grupo A.
Glomerulonefritis postestreptocócica. Se trata de una inflamación de los glomérulos. Estos son unas estructuras del riñón que filtran la sangre, y que se produce por una reacción inmunitaria después de una infección por estreptococos del grupo A. Además, generan dolor de garganta.
Síndrome de choque tóxico. Es una complicación del dolor poco frecuente que se manifiesta como una enfermedad grave y potencialmente mortal. Esto ocurre por la liberación de toxinas por parte de algunas bacterias. Entre ellas, el estafilococo o el estreptococo, que provocan una bajada de la presión arterial, un fallo multiorgánico y un shock.
Epiglotitis. Es una inflamación de la epiglotis, que es una estructura que cierra la entrada de la laringe al tragar, y que puede obstruir las vías respiratorias y causar asfixia. Es una emergencia médica que requiere tratamiento inmediato.
Recomendaciones
Como ya explicamos, el tratamiento del dolor de garganta depende de su causa, severidad y duración. En general, se pueden seguir las siguientes recomendaciones:
El mejor tratamiento para el dolor de garganta es descansar lo suficiente y evitar el estrés. De esta forma, se favorecen la recuperación y el fortalecimiento del sistema inmunitario. Además, evita el consumo de tabaco, alcohol, cafeína y otras sustancias que puedan irritar la garganta o interferir con el tratamiento.
Otra recomendación que sirve como tratamiento para el dolor de garganta es evitar el contacto con personas enfermas o con síntomas de infección respiratoria. Ten en cuenta que debes lavarte las manos con frecuencia, para prevenir el contagio o la transmisión de microorganismos. Asimismo, evita el uso excesivo o el abuso de la voz, y no gritar ni susurrar, para proteger las cuerdas vocales y evitar la laringitis.
Por otro lado, otro tratamiento para el dolor de garganta es seguir una dieta blanda, suave y equilibrada, que no irrite y que aporte los nutrientes necesarios para la salud. Se deben evitar los alimentos muy calientes, fríos, picantes, ácidos, salados o duros, que pueden empeorar el dolor o la inflamación. Además, aplica compresas frías o calientes en el cuello, según la preferencia de cada uno, que pueden aliviar el dolor y la tensión muscular.
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