Las purinas son compuestos orgánicos que forman parte de los ácidos nucleicos, las moléculas que almacenan y transmiten la información genética. Estas se unen con las pirimidinas para formar los pares de bases que constituyen el ADN y el ARN. Las purinas más comunes son la adenina y la guanina.
Además, las purinas se encuentran en las células de todos los seres vivos, pero también en algunos alimentos de origen animal y vegetal. Cuando las células se renuevan o los alimentos se digiere y estas se descomponen en ácido úrico, un producto de desecho que se elimina por la orina.
Las purinas son un compuesto orgánico
Sin embargo, algunas personas pueden tener un nivel elevado de ácido úrico en la sangre, lo que se conoce como hiperuricemia. Esto puede deberse a una producción excesiva o a una eliminación deficiente de ácido úrico. La hiperuricemia puede causar problemas de salud como la gota, una forma de artritis que produce dolor e inflamación en las articulaciones, especialmente en el dedo gordo del pie.
Para prevenir o tratar la hiperuricemia y la gota, se recomienda seguir una dieta baja en purinas. Esta consiste en evitar o limitar el consumo de alimentos ricos en purinas, como las vísceras, los mariscos, las carnes rojas, los embutidos, las legumbres, los champiñones, las espinacas y el brócoli.
También es recomendado beber abundante agua para favorecer la eliminación de ácido úrico por la orina. Moderar el consumo de alcohol, especialmente de cerveza y vino, ya que aumentan la producción y disminuyen la excreción de ácido úrico.
Otras recomendaciones
Asimismo, para regular las purinas hay que controlar el peso corporal, ya que el sobrepeso y la obesidad favorecen la hiperuricemia y la gota. También debes consumir alimentos bajos en purinas, como los lácteos desnatados, los huevos, el pan, los cereales, las frutas y las verduras (excepto las mencionadas anteriormente).
Estos son algunos consejos generales sobre qué son las purinas y cómo afectan a la salud. Sin embargo, cada persona es diferente y puede tener otras causas o factores que influyan en su nivel de ácido úrico. Por eso, lo mejor es consultar con un médico o un nutricionista antes de seguir cualquier dieta o tratamiento para la hiperuricemia o la gota.