El sistema de alimentación cetogénico, implica entre otras cosas, reducir al mínimo el consumo de carbohidratos y aumentar el de grasas saludables. La finalidad es inducir al cuerpo a un estado de cetosis, en el que quema grasa en lugar de glucosa como fuente de energía. Sin embargo, ¿Qué se puede comer en la dieta keto?.
La dieta keto puede tener beneficios para la salud. Por ejemplo, mejorar el control del azúcar en la sangre, reducir el apetito, favorecer la pérdida de peso y proteger el cerebro. Sin embargo, también puede tener efectos secundarios, como el estreñimiento, la fatiga, el mal aliento, los calambres y las piedras en el riñón. Por eso, se recomienda consultar con un médico o un nutricionista antes de emprender este plan alimenticio. Como puedes ver, hay alimentos que se puede comer en la dieta keto y otros de los que hay que prescindir.
Alimentos que se pueden comer en la dieta keto
Las carnes magras, como el pollo, el pavo, el cerdo y el cordero. Estas carnes aportan proteínas y grasas saludables que ayudan a mantener la masa muscular y la saciedad.
Además, en la dieta se pueden comer los pescados azules, como el salmón, el atún, la sardina y la caballa. Estos pescados son ricos en ácidos grasos omega-3, que tienen propiedades antiinflamatorias, benefician al corazón y al cerebro.
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De igual modo, los huevos son una fuente completa de proteínas y contienen colina, una sustancia que mejora la función cognitiva y hepática. En la dieta keto se puede comer lácteos enteros, como la leche, el queso, el yogur y la mantequilla. Estos contienen calcio, fósforo y vitaminas A y D, que fortalecen los huesos y los dientes. También contienen grasas saturadas que pueden aumentar el colesterol bueno (HDL).
Los frutos secos y las semillas, como las almendras, las nueces, las avellanas, las semillas de chía y las semillas de lino también se pueden comer en la dieta keto. Estos alimentos son ricos en fibra, antioxidantes y minerales como el magnesio, el potasio y el zinc. También aportan grasas insaturadas que mejoran la salud cardiovascular.
Más opciones
Los aceites vegetales, como el aceite de oliva, el aceite de coco y el aceite de aguacate son recurrentes en la dieta keto. Lo mismo que las verduras bajas en carbohidratos, como el brócoli, la coliflor, el repollo, la espinaca, la lechuga, el pepino y el tomate. Estas verduras aportan vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra que mejoran la digestión y previenen el estreñimiento.
Las frutas bajas en carbohidratos, por ejemplo, los arándanos, las fresas, los frambuesas y los limones se pueden comer en la dieta keto. Todas contienen vitamina C, flavonoides y otros compuestos que protegen las células del estrés oxidativo.
Estos son algunos consejos generales sobre qué se puede comer en la dieta keto. Sin embargo, cada persona es diferente y puede tener otras necesidades o preferencias nutricionales. Por eso, lo mejor es adaptar la dieta a las características individuales y seguir un plan personalizado que garantice el equilibrio.
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