La carrera más peligrosa de EEUU arriba a un siglo de haber celebrado su primera edición. A pesar de los riesgos que implica terminarla, muchos son los que aún se animan a esta aventura centenaria para vivir su furor al máximo.
Se trata de un evento de tradición que arribó a su aniversario número 100, informó la revista Forbes por medio de su portal web.
Es considerada una de las competiciones más difíciles y antiguas del país. Se realiza cada año y logra atraer a gente de todos los rincones, debido a lo emocionante de sus desafíos.
Carrera más peligrosa de EEUU, el reto
En unos cuantos minutos, los competidores realizan un recorrido de 12.42 millas, compuesto por intimidantes curvas y trayectos muy estrechos. Todo transcurre bajo un clima nada predecible.
La preparación de los competidores es muy completa debido a que tienen que estar atentos al camino, el cual suele tener tramos muy complicados. Tanto técnicos como pilotos ajustan sus vehículos para brindar el mejor de los espectáculos al público, que viene de todos los rincones para presenciar la carrera.
Se puede ver en la pista ciertos desniveles, rocas sueltas en la vía que comunica con la montaña. Esta aventura centenaria presenta trayectos que intimidan hasta al más experimentado de los pilotos.
El Ambiente
La noche anterior a la carrera, los equipos se reúnen en las inmediaciones del evento para alentar a los pilotos, solventar algunos detalles de última hora y brindarle confianza a los competidores. También hay quienes visitan la montaña, incluso meses antes, para realizar sus prácticas, ajustar sus vehículos y permitir que los competidores conozcan el trayecto de la pista.
Los aficionados también se concentran en el sitio desde la noche anterior para poder ocupar los mejores puestos y visualizar mejor el recorrido. Una vez que se encuentran ahí, deberán permanecer hasta que termine la carrera.