Según el diario La Vanguardia, las malas prácticas de las personas han incidido directamente en el aumento del riesgo de cáncer y la posterior muerte de estas. El consumo excesivo de ciertos alimentos, alcohol y cigarrillos han acabado con la vida de millones de personas. Los investigadores lograron determinar que estas prácticas aumentaron en un 20,4% entre los años 2010-2019.
Los malos hábitos y el riesgo de cáncer
De acuerdo con la información reseñada en el portal informativo, muchas de estas muertes pudieron ser evitadas. Al parecer, en varios de los casos analizados; quienes tenían cáncer, también practicaban malos hábitos, sufrían de sobrepeso, consumían alcohol o tabaco de manera indiscriminada.

Además, el estudio determinó que las muertes de varones por estos motivos, duplica a la cantidad de mujeres fallecidas. También registró una tasa superior en cuanto a los años de vida asociados por discapacidad.
Se estima que uno de los mayores causantes del cáncer es el consumo de tabaco, aunque hay otros desencadenantes. Los investigadores de Global Burden of Diseases, Injuries, and Risk Factors en el año 2019, estudiaron más de 34 factores de riesgo conductuales, ambientales, ocupacionales y metabólicos, que fueron los causantes de las muertes y de la mala salud de alrededor de 23 tipos de cáncer en ese año.
Peor en los últimos 14 años
Entre las estadísticas, tenemos que el riesgo de padecer la enfermedad fue en aumento, pasando de 3,7 millones a 4,45 millones. Aunado a ello, más de 105 millones presentaron estados graves de salud asociados con la enfermedad, un número superior al de años anteriores que era de 89.9 millones de personas.

Según los datos aportados por La Vanguardia, el 50,6% de las personas que murieron de cáncer fueron hombres. Por esta razón, recomiendan mejorar la alimentación, evitar una vida sedentaria y el consumo de sustancias perjudiciales para el organismo; como el alcohol y el tabaco, practicar deportes y hacerse chequeos preventivos cada cierto tiempo.
Los estudios que se realizaron dejaron en evidencia que el cáncer es realmente un problema de salud pública; hecho que consideran necesario tomar en cuenta al momento de elaborar los planes de seguridad social.