Un pensar erróneo es que las calorías solo se consumen a través de alimentos. Esto lleva a muchos a ingerir grandes cantidades de líquidos no adecuados para el proceso. Como consecuencia, puede frenar el desarrollo y no deja que los objetivos físicos sean alcanzados.
La base de una vida fitness es alimentacion saludable y ejercicio regular. Si por alguna razón no logras perder peso, hay un problema en la ecuación y quizás estés abusando de las bebidas. Por mucho que te cuides y comas grandes cantidades de proteína para incrementar músculo, si eres amigo recurrente de las gaseosas y jugos altamente endulzados, así como procesados, puede que no estés en el sendero indicado.
Pasar por alto la bebida puede ser lo que no permite que el estilo de vida saludable sea evidente en el cuerpo. Las calorías líquidas son engañosas. Aunque no lo creas, en una lata de gaseosa hay más calorías dañinas que en todo un plato de comida.
Los zumos pueden incrementar las calorías
Según los expertos, una lata de refresco contiene cerca de 8 cucharaditas de azúcar. Otro ejemplo son los zumos. Al pensar que son saludables, se toman con regularidad. Sin embargo, cuando se extrae el jugo de una fruta se libera el azúcar que se encontró ligada a la fibra. Ese azúcar se comporta exactamente igual que si fuera añadida, de acuerdo a la revista Menshealth.
En caso de que optes por las versiones light o zero, no son tampoco una alternativa saludable, porque los edulcorantes artificiales producen la misma respuesta de insulina en sangre. De modo que el organismo responde pidiendo más alimentos dulces.
En otro punto que debes tener cuidado es en las bebidas energeticas. Se suelen usar para recuperar tras el entrenamiento, pero muchas de ellas llegan a tener hasta 13 cucharaditas de azúcar por lata de 500 ml, lo que enviaría a la basura todo el entrenamiento del día.
Está demás mencionar las bebidas alcohólicas, pero en caso de que haga falta, lo recordamos. El alcohol no contribuye al desarrollo muscular y frena el avance. De acuerdo a los expertos en nutrición el alcohol es una toxina y contiene 7 Kcal por gramo. El no lo organismo aprovecha, no lo quema y en nada beneficia.
Esto no significa que no puedas tomar estas bebidas. Sin embargo, debes controlar su consumo y estar consciente de lo que ingieres. Lo recomendado es reducir su ingesta y hacerlo de forma esporádica.