Un estudio reciente ha profundizado en los efectos que tienen los alimentos ultraprocesados en los jóvenes. También investigó sobre las consecuencias que puede tener su consumo cuando es parte de la dieta convencional en la infancia y la adolescencia.
Desde hace algún tiempo, estos alimentos representan un archienemigo para los nutricionistas en todo el mundo. Su aporte nutricional no llega a compensar las consecuencias negativas que trae para la salud de los adultos. De hecho, aumenta el riesgo cardiovascular e incluso afecta la memoria.
Alimentos ultraprocesados en jóvenes, secuelas
La Universidad Sacred Heart Fairfield (Estados Unidos), a cargo de la docente Jacqueline A. Vernarelli, hizo un estudio al respecto. Allí se analizó si estos efectos también podrían presentarse en jóvenes.
Para ello, tomaron una muestra de niños y adolescentes y examinaron cómo el consumo de alimentos procesados afectan su salud. Algunos de ellos son pizzas, cereales para el desayuno, caramelos, hamburguesas, perritos calientes, nuggets de pollo y bebidas azucaradas. Durante el estudio, registraron los consumos de este grupo de alimentos y efectuaron pruebas físicas para medir la capacidad aeróbica de los chicos, reseña Men’s Health.
Los análisis del estudio mostraron que los adolescentes con mejor estado cardiovascular tenían una ingesta de 226 menos calorías en alimentos ultraprocesados. Esto en comparación con los que tenían mayor riesgo cardiovascular.
Además, descubrieron que hay una relación semejante entre los niños de menor edad (3 y 5 años), demostrando que quienes consumen más ultraprocesados, tienen un peor desarrollo del aparato locomotor.
Problemas a futuro
De acuerdo con estos estudios, el daño que provocan estos alimentos afecta de manera directa el desarrollo de los jóvenes, quienes podrían llegar a sufrir problemas de salud en la adultez o incluso antes.
Los investigadores precisaron que la responsabilidad de una mejor alimentación viene de casa y de la educación alimenticia que impongan en el hogar. Recomendaron que los niños y jóvenes deberían tener dieta saludable y crear hábitos de ejercicios.
“Nuestros descubrimientos señalan que se necesita educar a las familias sobre cómo reducir la ingesta de comidas ultraprocesadas para ayudar a reducir el riesgo de problemas cardiovasculares cuando lleguen a la edad adulta», apuntó Jacqueline Vernarelli.
La experta en nutrición explicó que aunque es sencillo alimentar a los más jóvenes con ultraprocesados y enviarlos en la mochila a la escuela, estas decisiones influyen en el futuro de los pequeños, por lo que es mejor preparar alimentos saludables.