Los beneficios de las semillas de albaricoque son extensos para la salud. Estas son las que se encuentran en el interior de esta fruta y por lo general son descartadas porque se desconocen sus propiedades. En este artículo te explicaremos qué son, qué propiedades tienen y cómo puedes incorporarlas a tu dieta de manera segura y saludable.
¿Qué son las semillas de albaricoque?
Las semillas de albaricoque tienen muchos beneficios y son unas pequeñas pipas que puedes encontrar en el interior de esta fruta. Presentan una forma que recuerda en muchas ocasiones a una almendra, es alargada y de color blanco o marrón. Dentro de la cáscara dura y rugosa de la semilla hay una almendra que contiene un compuesto llamado amigdalina.
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A su vez, al descomponerse se convierte en cianuro. Además, el derivado sintético de la amigdalina es el laetrilo, al que le dicen popularmente “vitamina B17”. Sin embargo, no existe una vitamina B17, ya que para que un compuesto se considere vitamina debe ser esencial para la vida. Entonces, aunque hay beneficios en las semillas de albaricoque no son esenciales.
Beneficios de las semillas de albaricoque
Las semillas de albaricoque son especialmente ricas en vitaminas, destacando sobre todo su altísimo contenido en vitaminas del grupo B. Sorprende sobre todo la presencia de vitamina B7 o biotina, que ayuda a la piel, el cabello, el sistema circulatorio y el sistema inmunológico. Además, contienen altos niveles de vitamina E y ácido pangámico.
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Entre los beneficios de las semillas de albaricoque se encuentran que ayudan a subir las defensas, gracias a que estimulan el sistema inmune. También tienen propiedades antioxidantes y analgésicas, que protegen contra la oxidación y los radicales libres. De igual modo, algunos estudios sugieren que podrían prevenir o combatir el cáncer, pero los resultados son controvertidos y no hay pruebas concluyentes.
Además, otros de los beneficios de las semillas de albaricoque es que favorecen el sistema respiratorio, el sistema músculo esquelético, el sistema endocrino y el sistema digestivo. También promueven el movimiento regular en el intestino y previenen el estreñimiento, gracias a su contenido en fibra.
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