Louis Comfort Tiffany cuenta con la colección Tiffany Fabrile, de más de 500 piezas decorativas fabricadas en vidrio. Todas se resguardaron con celo en The Doros Collection. Son piezas fabricadas con técnicas innovadoras, únicas y atractivas.
Algunas de estas piezas se resguardaron en vitrinas, a excepción de las ocasiones en las que Jay ofrecía un recorrido por su residencia a las personas que lo visitaban. El efecto que estos elementos producen al encontrar cada obra es natural y muy intuitivo. Debdo a ello, resultan muy interesantes para cualquier observador.
Elementos de la colección Tiffany Fabrile
Aun cuando se trata de elementos de vidrio frágil, las piezas de Tiffany Fabrile tienen la particularidad de no pasar de moda. Además, cuentan con diseños que hacen referencia a diversos objetos de la naturaleza como flores. Sus tonos muy llamativos y van muy bien con diversos estilos de diseño de interiores.
Es por ello que coleccionistas como Jay Doros y Micki se interesaron en la belleza del trabajo realizado por Tiffany. Porque tiene una visión única que no pasa desapercibida con facilidad.
Ambos coleccionistas fueron autodidactas en su pasión, que inició a finales de la década de los 50, con una serie de soportes para cuchillo fabricados con vidrio tallado. Su experiencia creció junto a su entusiasmo, por lo que a mediados de los años 70 su casa tenía una exuberante colección de objetos de vidrio.
Paul Doros, expresó: “Para papá, compilar vidrio era prácticamente, si no en realidad, una adicción”. De hecho, en The Doros Collection hay piezas únicas y muy raras, como el jarrón Diatrea, que posee un cuerpo decorado dentro de la jaula de celosía.
También destaca el jarrón Ventana, fabricado en capas, el jarrón Lava, el jarrón monumental Millefiori y el jarrón esmaltado Indian Pipe.
Doros, recuerda: “Muchos coleccionistas de arte experimentados y avanzados proclaman con frecuencia, cuando llega el momento de la inevitable dispersión de su compilación, que son meros custodios o guardianes de la próxima generación. Definitivamente esa no era la actitud de mi padre, ya que consideraba cada pieza como uno de sus hijos”.