La salud es de suma importancia, por eso es importante cuidarla con hábitos saludables que nos ayuden a prevenir y combatir enfermedades, así como a mejorar nuestra calidad de vida. A continuación, te presentamos algunos hábitos que puedes adquirir para cuidar tu salud física y mental.
Hábitos que se pueden adquirir para cuidar la salud
Alimentarse bien. Una dieta equilibrada, variada y rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y semillas es fundamental para aportar al organismo los nutrientes que necesita para funcionar correctamente. Además, se recomienda evitar o reducir el consumo de azúcares, grasas saturadas y trans, sal, alcohol y tabaco.
Hacer ejercicio. Si te preguntas qué hábitos se pueden adquirir para cuidar la salud, la actividad física regular tiene múltiples beneficios. Por ejemplo, sirve para fortalecer el sistema cardiovascular, muscular y óseo, controlar el peso, prevenir la diabetes tipo 2 y el cáncer. Además, mejora el estado de ánimo y la memoria, y reducir el estrés y la ansiedad. La OMS recomienda al menos 150 a 300 minutos de actividad aeróbica moderada a vigorosa por semana para los adultos y un promedio de 60 minutos por día para los niños y adolescentes.
Dormir bien. El sueño es esencial y uno de los hábitos que se pueden adquirir para cuidar la salud física y mental. Durante el descanso se producen procesos de reparación celular, consolidación de la memoria, regulación hormonal y emocional, entre otros. Además, la falta o mala calidad del sueño puede afectar negativamente al sistema inmunológico, al rendimiento cognitivo, al estado de ánimo y al riesgo de padecer enfermedades crónicas. Por ello, se recomienda dormir entre 7 y 9 horas por noche para los adultos y entre 9 y 11 horas para los niños.
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Más consejos
Hidratarse adecuadamente. El agua es vital para el organismo y consumirla es de los hábitos que se pueden adquirir para cuidar la salud. Verás, participa en numerosas funciones como la digestión, la circulación, la eliminación de toxinas, la regulación de la temperatura corporal y el transporte de nutrientes. Por el contrario, la deshidratación puede provocar síntomas como fatiga, dolor de cabeza, mareos, confusión y problemas renales. Se recomienda beber entre 1.5 y 2 litros de agua al día para los adultos y entre 1 y 1.5 litros para los niños.
Cuidar la higiene personal. La higiene personal es una medida básica para prevenir infecciones y enfermedades transmisibles, así como para mantener una buena apariencia y autoestima. Algunos hábitos de higiene personal son lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de comer o después de ir al baño. Además, cepillarse los dientes al menos dos veces al día; ducharse o bañarse diariamente; cambiar la ropa interior y las toallas a menudo; cortarse las uñas y el pelo regularmente; usar desodorante o antitranspirante.
Acudir al médico regularmente. Dentro de los hábitos que se pueden adquirir para cuidar la salud, el chequeo médico periódico es fundamental. Además, es una forma de prevenir o detectar precozmente posibles enfermedades o alteraciones en la salud. Asimismo, permite recibir orientación profesional sobre cómo mejorar los hábitos de vida según las características individuales de cada persona. Se recomienda acudir al médico al menos una vez al año para los adultos y cada seis meses para los niños.
Estos son solo algunos hábitos que puedes adquirir para cuidar tu salud, pero hay muchos más. Lo importante es ser consciente de que tu salud depende en gran medida de tus decisiones diarias, y que puedes mejorarla con pequeños cambios que te harán sentir mejor contigo mismo y con tu entorno.
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