De acuerdo con CNN, se trata de uno de los robos más costosos de la historia. Los maleantes tuvieron que golpear varias veces un cristal de seguridad que hace parte de una bóveda verde. Una vez que lo rompieron, cargaron con 21 piezas de gran valor y desaparecieron de la escena.
Sin embargo, las autoridades hicieron el trabajo de rastreo de estas personas, capturándoles y poniéndoles a la orden de la justicia. Finalmente, en enero de este año fueron juzgados y condenados a cumplir largas condenas.
Lo que todavía no está claro, es dónde fueron a parar las piezas sustraídas en uno de los robos más costosos de la historia. El asunto sigue siendo un misterio para las autoridades.
Que se llevaron en uno de los robos más costosos
Los ladrones se llevaron diversas piezas de importante valor. Los artefactos estaban finamente adornados con más de 4.300 diamantes, se estima que el precio de estas joyas alcance los 113 millones de euros. Autoridades del museo de Dresde señalan que el valor de estas piezas es incalculable, debido a su valor histórico y cultural.
Estas joyas fueron diseñadas durante el período de Gobierno de Federico Augusto III, que luego fue considerado Rey de Sajonia.
Dentro de las piezas robadas, estaba una espada de 96 cm, más una funda, entre ambos reunían más de 800 diamantes.
Lo que más asombra al mundo es cómo se llevó a cabo el considerado uno de los robos más costosos. Según un experto en este tipo de seguridad, para que ocurra este tipo de robos, debe haber algún tipo de complicidad interna, ya que el sistema de seguridad en torno a este tipo de joyas cada día es más sofisticado, además manifestó que sería muy raro poder salirse con la suya sin ser detectados.
De acuerdo a las investigaciones, uno de los implicados habría viajado unos 290 kilómetros para hacerse con un vehículo Audi S6, de color azul, con el que se planificó la huida del lugar del robo. Los ladrones modificaron algunas características de origen del vehículo.
Meticulosamente planificado
Fue bien planificado aquel robo, ya que los responsables de llevar a cabo el vil acto, tomaron las previsiones del caso, complicando la tarea de los sabuesos de la policía. El vehículo que usaron fue abandonado unos minutos después de ser detectado el robo, el Audi fue hallado incendiado, lo que le permitió a la Policía relacionarlo con el robo.
Las autoridades fueron alertadas cuando los ladrones aún permanecían dentro de las instalaciones. Sin embargo, los guardias de seguridad encargados de custodiar las joyas, miraron el robo sin intervenir; lo que generó la sospecha de las autoridades con respecto al grupo de seguridad.