El estrés es una reacción natural del cuerpo ante situaciones que percibimos como amenazantes o desafiantes. En pequeñas dosis, puede ser beneficioso, ya que ayuda a estar alertas y preparados para afrontar los problemas. Sin embargo, cuando se vuelve crónico o excesivo, puede afectar negativamente la salud física y mental, provocando síntomas como ansiedad, irritabilidad, insomnio, dolores de cabeza, fatiga, problemas digestivos, entre otros. Para que no te sientas mal cargado, compartimos algunas técnicas sobre cómo reducir el estrés.
Ten en cuenta que lo importante es aprender a manejar y reducir el estrés de forma adecuada y adoptar hábitos saludables que ayuden a prevenirlo. A continuación, te ofrecemos algunos consejos y estrategias que puedes poner en práctica para aliviar el estrés y mejorar tu bienestar.
Consejos sobre cómo reducir el estrés
Ejercítate regularmente. El ejercicio físico es una de las mejores formas de combatir el estrés, ya que libera endorfinas, mejora el sueño, la autoestima y la salud cardiovascular. De esta forma, elige una actividad que te guste y que se adapte a tu nivel y a tu horario, y practícala al menos tres veces por semana durante 30 minutos. Puedes optar por caminar, correr, bailar, nadar, hacer yoga, etc.
Come de forma equilibrada. La alimentación también influye en el estado de ánimo y en la capacidad de resistir el estrés. De modo que cómo reducir el estrés, procura seguir una dieta variada y rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos, pescado y carnes magras. Además, evita el consumo excesivo de azúcar, sal, grasas saturadas, alcohol y cafeína, ya que pueden alterar el sistema nervioso y aumentar la ansiedad.
Descansa lo suficiente. Dormir bien es fundamental para recuperar la energía, regular las hormonas, fortalecer el sistema inmunológico y mantener el equilibrio emocional. Así que para reducir el estrés, intenta dormir entre 7 y 8 horas cada noche, siguiendo un horario regular y creando un ambiente propicio para el descanso. Además, evita el uso de dispositivos electrónicos, la exposición a la luz y el consumo de estimulantes antes de acostarte.
Otras estrategias
Organízate y prioriza. Si te preguntas cómo reducir el estrés, muchas veces, se debe a una mala gestión del tiempo y a una sobrecarga de tareas y responsabilidades. Para evitarlo, es conveniente planificar las actividades diarias, establecer objetivos realistas, delegar lo que se pueda y aprender a decir que no cuando sea necesario. También es importante diferenciar lo urgente de lo importante, y dedicar más tiempo y atención a lo que realmente nos aporta valor y satisfacción.
Relájate y disfruta. Además de cumplir con las obligaciones, también es esencial dedicar tiempo al ocio, al placer y al cuidado personal. Para reducir el estrés, busca actividades que te relajen y te hagan sentir bien, como leer, escuchar música, meditar, hacer manualidades, etc. También puedes practicar técnicas de relajación, como la respiración profunda, la visualización positiva o el mindfulness, que te ayudarán a reducir la tensión muscular y mental.
Busca apoyo social. El estrés puede hacer sentir soledad, aislados y sin recursos. Por eso, es importante contar con el apoyo de las personas que quieran y comprenden. Por ejemplo la familia, los amigos, la pareja, los compañeros de trabajo, etc. Compartir los problemas, expresar los sentimientos, pedir ayuda, recibir consejo y disfrutar de la compañía de los demás son formas cómo reducir el estrés y de aumentar la autoestima y la confianza.
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