El caldo de pollo es una receta tradicional y reconfortante que se puede disfrutar en cualquier época del año. Pero es especialmente apetecible en los días fríos o cuando se necesita un alimento nutritivo y sabroso. La receta de caldo de pollo es muy varada. Se puede preparar de diferentes formas, según los ingredientes y el gusto de cada uno, pero hay algunos pasos básicos que se deben seguir para obtener un buen resultado.
Aquí te presentamos una guía que te puede servir como receta de caldo de pollo casero en 5 pasos fáciles.
Mejor receta de caldo de pollo fácil
Elige un pollo de buena calidad, preferiblemente entero o con huesos, ya que estos aportan mucho sabor y colágeno al caldo. Puedes usar también algunas partes como las alitas, los muslos o las carcasas. Lava bien el pollo y sécalo con papel de cocina.
En esta receta de caldo de pollo, tuesta la proteína en el horno o en una sartén, para que se dore y suelte parte de la grasa. Esto le dará un color y un aroma más intensos al caldo. No es necesario que lo cocines completamente, solo que lo marques por fuera.
Para continuar con la receta de caldo de pollo, añade la proteína en una olla grande y cúbrela con agua fría. Después, añade sal al gusto y algunas hierbas aromáticas, como cilantro, perejil, hierbabuena o laurel. También puedes agregar una cebolla, unos dientes de ajo y unas ramas de apio, para darle más sabor. Lleva a ebullición y luego baja el fuego. Retira la espuma que se forma en la superficie con una espumadera.
Cocina el pollo a fuego lento durante unos 45 minutos, o hasta que esté tierno y se desprenda de los huesos. Uno de los secretos de esta receta de caldo de pollo está en exprimir los huesos con una cuchara para extraer más sabor. Luego, añade las verduras que más te gusten, como zanahorias, papas, chayotes, calabazas o ejotes, cortadas en trozos medianos. Deja que se cocinen por unos 15 minutos más, o hasta que estén suaves.
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Fácil, rápido y delicioso
Cuela el caldo de pollo con un colador fino y desecha los huesos y las verduras. Puedes reservar el pollo y algunas verduras para servirlos con el caldo o para hacer otras recetas. Vuelve a poner el caldo en la olla y déjalo hervir a fuego alto por unos minutos, para que se concentre el sabor y se reduzca el líquido. Retira la grasa que se forma en la superficie con una cuchara o con un papel absorbente. También puedes enfriar el caldo y guardarlo en frascos en la nevera, para que la grasa se solidifique y sea más fácil de quitar.
Ya tienes listo tu receta de caldo de pollo casero, que puedes disfrutar como consomé, con arroz, con fideos, con aguacate, con cebolla picada, con limón, con chile o como más te guste. También puedes usarlo como base para otras sopas, cremas, arroces, guisos o estofados. Este es un alimento muy versátil, saludable y delicioso, que no puede faltar en tu cocina.
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