La calistenia es una forma de entrenamiento físico que utiliza el propio peso corporal como resistencia. Su nombre proviene del griego kalos (belleza) y sthenos (fortaleza), y su objetivo es lograr un cuerpo armonioso y funcional mediante el movimiento natural de los músculos. Además, es una disciplina que trabaja la fuerza, la flexibilidad, la agilidad y la coordinación. También puede practicarse en cualquier lugar y sin necesidad de mucho equipamiento. Asimismo, tiene muchos beneficios para la salud. Por ejemplo, sirve para mejorar la postura, prevenir lesiones, aumentar la autoestima y reducir el estrés. Pero, ¿Cómo empezar a hacer calistenia?.
Si quieres empezar a hacer calistenia, te damos algunos consejos para que lo hagas de forma segura y efectiva. Ten en cuenta que es una disciplina demandante y que requiere de un buen control del peso corporal.
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Tips para empezar a hacer calistenia
Empieza por los ejercicios básicos. Los ejercicios básicos de calistenia son los que se realizan con el propio peso corporal. Además, involucran grandes grupos musculares, como las flexiones, las dominadas, las sentadillas, los fondos, los abdominales y las planchas. Estos ejercicios te ayudarán a desarrollar una base de fuerza y resistencia, y a familiarizarte con los movimientos de la calistenia. Puedes empezar haciendo series de 10 a 15 repeticiones, con descansos de 30 a 60 segundos entre cada una. Después, progresar e ir aumentando el número de series, de repeticiones o de dificultad de los ejercicios.
Añade ejercicios estáticos y dinámicos. Los ejercicios estáticos son otra forma de cómo empezar a hacer calistenia. Son aquellos que consisten en mantener una posición fija durante un tiempo determinado. Por ejemplo, el pino, el puente, el L-sit o el front lever. Los dinámicos son aquellos que implican movimiento y balanceo del cuerpo, como el muscle up, el backflip, el 360 o el handstand walk. Además, estos requieren más fuerza, control y técnica. A su vez, te permitirán mejorar tu habilidad y tu estética. Puedes incorporarlos a tu rutina una vez que domines los ejercicios básicos. También se recomienda practicarlos con ayuda de un compañero, de unas bandas elásticas o de unas paralelas.
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Una disciplina de control
Calienta y estira antes y después de cada sesión. El calentamiento y el estiramiento son fundamentales para prevenir lesiones y mejorar el rendimiento. Además, es imprescindible para empezar a hacer calistenia. Antes de cada sesión, dedica unos 10 minutos a calentar el cuerpo con ejercicios cardiovasculares. Por ejemplo, saltar, correr o saltar a la comba, y a movilizar las articulaciones, especialmente las de los hombros, las muñecas, las caderas y las rodillas. Después de cada sesión, dedica otros 10 minutos a estirar los músculos que has trabajado como los pectorales, los dorsales, los cuádriceps, los isquiotibiales y los abdominales. También debes relajar el cuerpo con ejercicios de respiración y meditación.
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Sé constante y paciente. La calistenia es una disciplina que requiere tiempo, dedicación y disciplina. Recuerda que se trata de empezar a hacer calistenia, así que no esperes resultados inmediatos, ni te compares con otros. Cada persona tiene su propio ritmo y su propio nivel. De cualquier modo, lo importante es que disfrutes del proceso, que te diviertas y que te retes. También intenta entrenar al menos 3 veces por semana, y lleva un registro de tu progreso. Recuerda que no solo es un deporte, sino un estilo de vida. Cuida tu alimentación, tu descanso y tu salud mental, y verás cómo tu cuerpo y tu mente se transforman.