El celo es el periodo en el que las gatas están preparadas para reproducirse y aceptan a los machos. Es un proceso natural que se relaciona con la ovulación y que implica cambios en el comportamiento y el físico del animal. Si tienes una no esterilizada, es importante que sepas reconocer las señales de que tu gata está en celo, tanto para evitar embarazos no deseados como para cuidar de su salud y bienestar.
Ten en cuenta que más allá de señales de que tu gata está en celo, las hembras entran en este periodo desde los 5 o 6 meses de edad, aunque depende de factores como la raza, la alimentación y la duración del día. Además, suele durar entre 4 y 7 días y se repite cada 2 o 3 semanas, especialmente en primavera y verano. Estas son algunas de las señales más comunes de que tu gata está en celo:
Señales que indican que tu gata está en celo
Maullidos intensos. Una de las formas en que las gatas anuncian su disponibilidad sexual es mediante vocalizaciones fuertes, agudas y persistentes. Por lo general, pueden sonar como llantos o quejidos. Estos maullidos tienen el objetivo de atraer a los machos y pueden ser muy molestos para los humanos, sobre todo por la noche.
Mimosidad excesiva. Otra de las señales de que tu gata está en celo es que se vuelven más cariñosas y buscan constantemente el contacto y las caricias de sus dueños u otros objetos. Además, se frotan contra las piernas, los muebles, los marcos de las puertas o cualquier cosa que encuentren a su paso. Esto se debe a que quieren esparcir su olor y marcar su territorio.
Más: Señales de que tu ex novio aún te quiere
Posición de monta. Una de las señales de que tu gata está en celo es cuando la acaricias y adopta una postura característica: baja la cabeza, levanta el trasero y mueve la cola hacia un lado. Verás, es la forma en que facilita el acceso a su vulva al macho y muestra su receptividad.
Más indicativos
Lamido genital. Una de las señales de que tu gata está en celo es que los órganos sexuales se inflaman. Además, segregan un flujo transparente o rosado. Como consecuencia, se lamen más a menudo esa zona para limpiarse y aliviarse.
Inquietud y escapismo. Las gatas en celo pueden mostrar una conducta nerviosa y agitada, con dificultad para calmarse o dormir. También pueden perder el apetito o la sed. Además, si viven en interiores, pueden intentar escapar de la casa para buscar un macho, por lo que hay que tener cuidado con las ventanas o puertas abiertas. Todas estas son señales de que tu gata está en celo.
Si observas estas señales en tu gata, lo más recomendable es que consultes con tu veterinario sobre la posibilidad de esterilizarla. La esterilización es un método seguro y eficaz para prevenir el celo, los embarazos no deseados, las enfermedades reproductivas y el abandono de cachorros. Además, mejora la calidad de vida de tu mascota y reduce el estrés tanto para ella como para ti.
Te podría interesar: Qué significa soñar con gato