La presión arterial es la fuerza con la que la sangre viaja por el torrente sanguíneo. Se mide en dos valores: la sistólica, que oscila entre 100 y 120; y la diastólica, que va de 60 a 80. Cuando el resultado está por debajo de esos niveles existe una presión baja.
La tensión baja es peligrosa para la salud, pues conlleva algunas complicaciones que van desde mareos hasta afecciones cardíacas. Cuando esto ocurre, es necesario ejecutar algunas acciones para subirla, de las que te hablaremos en este artículo.
Así puede incrementarse la presión baja
Para subir el nivel de la presión baja puede incrementarse el consumo de sal con moderación. También es aconsejable tomar jengibre. Sin embargo, es necesario acudir al médico para que haga un chequeo general y proporcione un diagnóstico más específico.
¿Qué ocasiona esto?
Cuando baja la presión se presenta lo que se conoce como hipotensión. Puede ser consecuencia de un episodio aislado o deberse a una condición permanente. No obstante, algunas de las causas comunes son las siguientes:
- Infecciones derivadas de enfermedades pasadas.
- Tratamiento de quimioterapia.
- La ingesta de algún medicamento.
Los síntomas que esto produce son cansancio o fatiga constante, sensación de desmayo, náuseas, mareos o vértigo y palidez. Los latidos del corazón se sienten más intensos y puede provocar fiebre superior a 38 grados centígrados. El tratamiento para mejorar sus niveles depende de lo que lo origina.
¿Qué hacer en caso de presión baja?
Una vez que presentas síntomas de presión baja, debes acudir al médico para que te diagnostique y te trate. Así mismo, es necesario que cuides los alimentos que consumes y lleves una vida saludable. Ten en cuenta que algunas bebidas como el té y el café ayudan a incrementar la tensión arterial. Sin embargo, lo más adecuado en estos casos es consultar a un especialista.