Una de las series más populares de las que todo el mundo habla es The Last of Us de HBO. En resumen es una producción con una trama apocalíptica que es provocada por un hongo llamado Cordyceps Fungus. El hongo produce una mutación en los humanos y terminan siendo zombies. Pues tal parece que la ficción tiene su toque de realidad porque este elemento existe en la naturaleza.
Este hongo parásito llamado Cordyceps Fungus se volvió famoso por ser la inspiración para The Last of Us de HBO. Comúnmente se le conoce como el hongo zombie y se encuentra en selvas tropicales de Australia, Brasil y Tailandia. “Se reproduce requisando los cuerpos de las hormigas carpinteras que se alimentan en el suelo del bosque”.
¿Cómo funciona el Cordyceps Fungus?
Las esporas del hongo se adhieren al exoesqueleto de las hormigas y utilizan el cuerpo del insecto como alimento, pero también de protección. Tras esto, el parásito cultiva células fúngicas junto al cerebro de su huésped y segrega compuestos con los que se adueña del sistema nervioso central de la hormiga.
Es decir ocurre lo mismo que en la ficción The Last of Us. Mientras que la infección avanza, el insecto presenta convulsiones que hacen que caiga de su nido hasta el suelo el bosque. Es entonces cuando la hormiga debe trepar unos 25 cm y aferra sus mandíbulas a una hoja mientras aguarda su muerte.
Pasados unos días de la cabeza de la hormiga comienzan a salir hongos que a su vez dejan caer nuevas esporas al suelo y vuelven a empezar todo el proceso.
The Last of Us una ficción basada en la realidad
Este hongo Cordyceps Fungus con especies y puede infectar a distintas variedades de insectos. A cada una de estas especies les ha tomado años perfeccionar su parasitismo. Entonces como verás, el hongo de The Last of Us es real, pero la buena noticia es que es poco probable que sus efectos lleguen a los humanos como en la ficción de HBO.
Esto se debe a que cada especie de hongo cordyceps se adapta a sus huéspedes, en un proceso milenario. Por ejemplo, un Cordyceps Fungus puede infectar a una hormiga en Brasil, pero no al mismo insecto en otra parte del mundo.
Además, el organismo de los humanos difiere en gran medida del de un insecto, de modo que el hongo no tendría el mismo efecto. La temperatura corporal de nuestros cuerpos suele ser muy alta para que los parásitos de este tipo sobrevivan. Al mismo tiempo, el sistema inmunitario es más avanzado.
Bajo estas bases, el honho cordyceps Fungus tardaría millones de años en evolucionar para adueñarse del cerebro y sistema nervioso central del cuerpo humano.
De hecho, los humanos consumen este hongo sin sufrir mutaciones. El cordyceps es uado en China como medicina y también es parte de la industria del bienestar.
Sin embargo, aunque no emanen champiñones de la cabeza ni ocurra lo de The Last of Us, los científicos alertan que el calentamiento global podría generar nuevas enfermedades a medida que los hongos evolucionan.