Para disfrutar del programa “Vía Láctea de las Maldivas” debes tener una estadía en la isla privada Milaidhoo. Es un espacio remoto al que solo se puede llegar en hidroavión, en un vuelo de 35 minutos sobre arrecifes y hermoso océano.
Al llegar, es mucho lo que puedes disfrutar en este destino. Bebidas, relajación en las playas cristalinas, sol y arena. También hay un servicio discreto y de lujo. Pero eso no es todo, pues en esta isla también puedes hacer actividades acuáticas como esnórquel con mantarrayas y una extensa riqueza de la fauna marítima.
Todo esto ofrece el programa «Vía Láctea de las Maldivas»
En este lugar se aplican técnicas milenarias y se usan ingredientes curativos en las suites de tratamiento de spa, a las orillas de una hermosa laguna. En cuanto a la gastronomía, esta isla privada cuenta con algunos restaurantes que exploran diferentes opciones culinarias, tanto locales como internacionales.
Todo esto es parte de lo que puedes encontrar en esta isla. No obstante, lo verdaderamente extraordinario que sorprende y encanta estará disponible a partir de la primavera del 2023. Es el programa “Vía Láctea de las Maldivas”, una experiencia que involucra el astroturismo, un nuevo concepto para disfrutar y contemplar las estrellas.
Dentro del programa está una cena bajo las estrellas para contemplar el cielo en la noche. Allí cuentan con algunos equipos que atraen tanto a aficionados como a expertos y profesionales. Puedes observar las estrellas a bordo de un Dhoni tradicional de Maldivas.
Además, se establece en el programa sesiones de astrofotografía, sesiones de mitología del cielo nocturno, que incluye la historia de varias culturas de las Maldivas, incluidas la tamil, la cingalesa y la india.
La experiencia está decorada para ser única y especial, comienza de forma emocionante al apagar la iluminación exterior del complejo y comienza la magia porque esta isla es conveniente para ver el cielo nocturno gracias a la oscuridad sobre el agua, una ventaja de las Maldivas, que tienen un 99% de agua y poca contaminación lumínica, lo que facilita la observación del cielo a diferencia de otros destinos.