El Trastorno por Déficit de Atención (TDA) es una condición neuropsiquiátrica que afecta de varias maneras la capacidad de un individuo para mantener la atención y concentración. Por lo general, este síndrome suele asociarse con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), pero es diferente, porque el TDA se caracteriza por la ausencia de un comportamiento hiperactivo o impulsivo marcado.
De hecho, el TDA es un trastorno del neurodesarrollo que se manifiesta principalmente en la infancia, aunque puede persistir o incluso identificarse por primera vez en la edad adulta. En este sentido, a lo largo de los años y desde que se descubrió, el concepto del TDA ha evolucionado para ajustarse mejor a lo que significa la condición.
Originalmente, fue etiquetado como un trastorno exclusivo de la infancia, pero como mencionamos se ha reconocido gradualmente que el TDA puede persistir durante la edad adulta. Esta evolución en la comprensión del trastorno ha traído consigo muchos cambios y nuevas maneras de tratarlo, pasando de una visión centrada en la conducta a una más holística que considera las complejas interacciones entre la cognición, las emociones y el comportamiento social.
Por qué se presenta el TDA y cómo afecta
Lo primero que se debe tener claro sobre el TDA es que se trata de una condición neurobiológica que aparece en la infancia e implica problemas para presentar o mantener la atención. Los investigadores coinciden en que el TDA es una alteración del desarrollo que evoluciona a partir de la conjugación de varios factores. Entre ellos, se incluyen la genética, el entorno prenatal y postnatal, así como las experiencias tempranas de vida. La detección temprana es de gran importancia para prevenir posibles dificultades académicas, emocionales, sociales y familiares posteriores.
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Además, las personas con TDA presentan una serie de síntomas que afectan su vida diaria. Estos incluyen tendencia a distraerse con estímulos externos o pensamientos irrelevantes. También dificultades para seguir instrucciones secuenciales o para organizar tareas y actividades. Asimismo, es frecuente que presenten una tendencia por olvidar detalles de las tareas diarias y sobre todo problemas para concentrarse o mantener el enfoque en actividades recreativas.
Por otro lado, quienes presentan TDA, tienen una velocidad más lenta al procesar la información, lo que puede afectar el aprendizaje y la comprensión. En lo que se refiere al ámbito escolar, los niños con TDA suelen pasar desapercibidos hasta que aparecen las dificultades del aprendizaje.
En este orden, da la sensación de que están atendiendo a pesar de que su capacidad atencional es muy baja. En el aula, estos niños pueden parecer ausentes y ensimismados, lo que lleva a errores en tareas escolares y dificultades para retener la información.
Tratamiento del TDA
El tratamiento del TDA es multifacético y puede incluir terapia cognitivo-conductual, capacitación de los padres y tratamiento farmacológico. En el primer caso, ayuda a los individuos a desarrollar habilidades para manejar los síntomas del TDA, mientras que la capacitación de los padres proporciona estrategias para apoyar a sus hijos en el hogar. Mientras tanto, el tratamiento farmacológico, cuando es necesario, puede ayudar a mejorar la atención y reducir la impulsividad, pero todo dependerá del especialista que lleve el caso.
Por ello, es importante que tanto padres como educadores reconozcan los síntomas del TDA y busquen ayuda profesional para implementar estrategias de apoyo adecuadas. Recuerda que la detección temprana y la intervención individual pueden disminuir el posible impacto tanto en el niño como en la familia.
Lejos de ser una condición extraña, lo cierto es que el TDA afecta a una proporción significativa de la población infantil y adulta. Según estudios recientes, el TDA es más común en niñas que en niños, y a menudo se presenta sin los síntomas de hiperactividad que caracterizan al TDAH. En contraposición, los niños con TDA suelen ser más tranquilos y más introvertidos, lo que puede llevar a problemas sociales debido a su falta de iniciativa, pasividad o timidez.
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Además, tienen una elevada predisposición a la ansiedad y pueden presentar dificultades de aprendizaje, trastornos ansiosos y trastornos de ánimo. La tendencia al uso excesivo de videojuegos también es común entre quienes presentan el trastorno.
El TDA es un trastorno complejo que requiere una comprensión profunda y un enfoque integral para su manejo. Pero ten presente que la detección temprana, la intervención adecuada y el apoyo continuo son las bases para ayudar a que quienes lo presenten, tengan una vida normal y productiva. Si te interesa conocer más sobre este trastorno, puedes revisar en otros portales como RedCenit o Logopedia y Más, entre otros.