Si te interesa conocer sobre qué es un fetiche, llegaste al lugar indicado porque exploraremos sobre este tipo de atracción. Verás, se conoce como fetiche a todo aquello que provoca una atracción o una excitación sexual intensa en una persona, aunque normalmente no tenga un significado sexual para la mayoría de la gente. Por ejemplo, algunas personas pueden sentir un fetiche por los zapatos, los pies, el cuero, los uniformes o el humo.
El término fetiche proviene del latín facticius, que significa artificial o inventado. Se refiere a que el valor sexual que se le otorga al objeto es subjetivo y depende de la fantasía o el deseo de cada quien.
Detrás de qué es un fetiche
El concepto de fetiche se popularizó con el psicoanálisis de Sigmund Freud, quien lo consideró una forma anormal o patológica de sexualidad. En aquel entonces lo relacionada con un trauma infantil o una fijación en una etapa del desarrollo psicosexual.
Sin embargo, las concepciones actuales de la sexualidad son más amplias y diversas. De modo que reconocen que el fetichismo puede ser una forma válida y saludable para expresar la sexualidad. Eso sí, siempre que no cause daño ni sufrimiento a nadie. El fetichismo solo se considera un trastorno psicológico cuando interfiere con el funcionamiento normal de la persona, cuando genera angustia o culpa, o cuando implica el uso de objetos no consentidos o ilegales.
Recomendaciones para vivir el fetichismo
Si tienes un fetiche o quieres explorar tu sexualidad con algún objeto o situación que te atraiga, te damos algunas recomendaciones para que lo hagas de forma segura y placentera.
Infórmate sobre tu fetiche. Busca información sobre el origen, el significado y las formas de practicarlo. Puedes consultar fuentes confiables en internet, libros especializados o profesionales de la salud sexual. Así podrás conocer mejor tus gustos y preferencias, y evitar riesgos innecesarios.
Comunícate con tu pareja. Si quieres compartir tu fetiche con tu pareja, es importante que lo hables con ella de forma honesta y respetuosa. Exprésale lo que te gusta y lo que te gustaría hacer, sin presionarla ni juzgarla. Escucha también sus opiniones y sentimientos al respecto, y busca un punto de acuerdo.
Acto consensuado
Respeta los límites y el consentimiento. No impongas tu fetiche a nadie sin su permiso ni su conocimiento. Respeta los límites y las necesidades de tu pareja y de ti mismo. Establece unas reglas claras y consensuadas antes de practicarlo. Además, respétalas durante y después.
Usa protección e higiene. Algunos fetiches pueden implicar el contacto con fluidos corporales, objetos cortantes o sucios, o zonas sensibles del cuerpo. Por eso, es importante que uses protección adecuada para evitar infecciones o lesiones. Usa preservativos, guantes, lubricantes o lo que sea necesario según tu fetiche.
Disfruta tu sexualidad. Lo más importante es que te sientas bien con tu fetiche y que lo vivas como una forma de expresar tu sexualidad de forma libre y creativa. No te avergüences ni te culpes por tus gustos o fantasías.
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