Mantener el rostro con una piel sana es posible con algunos pasos fundamentales para que se mantenga bonita y luminosa. Para ello, hay distintos tipos de limpieza facial. Cada una de ellas consiste en eliminar las impurezas, el maquillaje y las células muertas que se acumulan en el rostro.
Aunque no se note de manera directa, el uso regular de maquillaje y la exposición a los diferentes elementos obstruyen los poros y provocan problemas como acné, manchas o arrugas. Es aquí donde entra este tratamiento, de cierto modo, prepara la piel para recibir mejor los beneficios de otros tratamientos o productos cosméticos.
Tipos de limpieza facial que debes conocer
Existen diferentes tipos de limpieza facial, que se adaptan a las necesidades y características de cada piel.
Con vapor: Es uno de los tipos de limpieza facial más habituales y consiste en aplicar vapor para abrir los poros y facilitar la extracción manual de los puntos negros, granos y espinillas. Después se aplica una crema hidratante y una mascarilla adecuada al tipo de piel. Suele ser recomendada para pieles grasas o con tendencia al acné.
Con hidroácidos: Otro de los tipos de limpieza facial es la que incluye los hidroácidos. Estas son sustancias que exfolian la piel y eliminan las células muertas. Además, mejoran la textura y el tono de la piel. Después de la exfoliación, se aplican vitaminas para hidratar y devolver la luminosidad al rostro.
Diferentes opciones
Con peeling ultrasónico: Es uno de los tipos de limpieza facial más más solicitados. Además de limpiar en profundidad y regenerar la piel, elimina marcas de acné, manchas, células muertas y suciedad. Se realiza con un aparato que emite vibraciones ultrasónicas que desincrustan los poros y estimulan la producción de colágeno.
Limpieza facial con microdermoabrasión con punta de diamante: Es otro de los tipos de limpiezas faciales más completos y profundos. Se realiza con un aparato que tiene una punta de diamante, este raspa suavemente la superficie de la piel. Como beneficio, elimina las impurezas y las capas más externas de la epidermis. Este tratamiento mejora el aspecto de las cicatrices, las arrugas, las manchas y los poros dilatados.
Estos son algunos de los tipos de limpieza facial que puedes encontrar. Todos ellos tienen beneficios para tu piel, pero debes elegir el que mejor se adapte a tu tipo y condición del rostro. Recuerda que lo más importante es realizar una limpieza facial regularmente, al menos una vez al mes o cada dos meses.
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