Entrenar es positivo para el organismo y para lograr los objetivos físicos anhelados. Es una actividad recomendada por los expertos, pero el exceso puede originar resaca deportiva. No es resaca propiamente dicha. Mientras entrenas no consumes ningún tipo de alcohol, pero de acuerdo con algunos expertos, tras un entrenamiento intenso, al día siguiente puedes presentar síntomas que se relacionan con esta dolencia.
Tras una noche de fiesta, a la mañana siguiente la sensación se reconoce por todos. Llega el momento de asimilar la cantidad de copas que tomaste durante la noche. Los efectos más comunes son mareo, estómago revuelto, dolor de cabeza, en definitiva, lo que conocemos como resaca pero en este caso es deportiva.
Resaca fitness o deportiva
Sin embargo, estos síntomas también pueden presentarse cuando sobre entrenas, es decir cuando haces más ejercicio del que debiste. Este fenómeno se conoce como resaca fitness o deportiva y es real. Al igual que la de copas, se puede lidiar con ella, pero no con las mismas técnicas que con las de licor.
De acuerdo con un estudio publicado en el año 2019, una de cada 4 personas activas, han dejado de ir a trabajar como consecuencia de entrenamientos del día previo. Por lo general, quedan exhaustos tras la sesión conocida como resaca deportiva.
Además, un 55% de estas personas que participaron en el estudio, aseguró que sufrió de una especie de resaca que les impidió salir de casa en todo el día.
Según expertos como la doctora Aishah Muhammad, consultada por la revista Menshealth, esta sensación tras el entrenamiento no responde solo a un cansancio físico. «Al hacer demasiado ejercicio trabajas el cuerpo pero también la cabeza. Por lo que una de las consecuencias de este sobre esfuerzo es sentirse agotado mentalmente. Además, esto va unido a la sensación de agotamiento y nauseas que puede provocar», explica.
Recuperación
Este tipo de malestar o resaca deportiva es recurrente en sesiones intensas de entrenamiento, también puede aparecer después de una competencia. Seguro te preguntarás si hay alguna forma de tratarla. La respuesta es que sí, con descanso, buena alimentación, terapias de frío y calor y en caso extremo relajante muscular. También puede evitarse en algunos casos.
Lo primero para evitar la resaca deportiva es hacer ejecuciones con moderación. Visto desde la perspectiva del licor, en lugar de tomar 10 cervezas, ve solo por 3 y a la mañana siguiente será como si nada. Lo mismo ocurre con el ejercicio. No llegues al límite, menos aún si solo estás comenzando, sé sabio y escucha a tu cuerpo. Siempre podrás volver al día siguiente y hacer más repeticiones.
En el caso de las competencias que demandan mayor rendimiento físico, es normal tener la sensación de “resaca” deportiva. Sin embargo, con descanso y descarga muscular, estarás como nuevo para continuar con tu rutina y preparación.
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