El sauna es una práctica milenaria que consiste en someterse al calor seco o húmedo de una habitación cerrada, con el fin de sudar y relajarse. Los beneficios del sauna para la piel son extensos, también para la salud.
A continuación, te explicamos algunos de los beneficios del sauna para la piel y cómo puedes aprovecharlos.
Descubre los beneficios del sauna para la piel
Dentro de los beneficios del sauna para la piel, ayuda a eliminar las toxinas y las células muertas, lo que mejora su aspecto y su limpieza. Al sudar, los poros se abren y se liberan las impurezas y los residuos que se acumulan en la superficie de la piel. A su vez, esto previene la aparición de granos, espinillas y puntos negros, y le da a la piel un brillo natural. Además, el sauna estimula la producción de glóbulos blancos. Estos fortalecen el sistema inmunológico de la piel y la protegen de las infecciones y los radicales libres.
De igual modo, otro de los beneficios del sauna para la piel es que mejora la circulación sanguínea. A su vez, favorece su nutrición y su oxigenación. Al exponerse al calor, los vasos sanguíneos se dilatan y el flujo sanguíneo aumenta, lo que facilita el transporte de nutrientes y oxígeno a las células de la piel. Esto ayuda a regenerar la piel y a estimular la producción de colágeno, que es la proteína responsable de la elasticidad y la firmeza de la piel. El sauna también ayuda a prevenir las arrugas y la flacidez.
Otro de los beneficios del sauna para la piel, es que reduce el estrés y mejora el sueño, lo que se refleja en la salud y la belleza. Además, es una terapia relajante que ayuda a liberar la tensión muscular y mental, y a liberar endorfinas, que son las hormonas del placer y el bienestar. El estrés es uno de los principales enemigos de la piel, ya que puede provocar acné, inflamación, irritación y envejecimiento prematuro. Además, el sauna favorece el sueño profundo y reparador, que es esencial para la regeneración celular y la producción de colágeno.
Recomendaciones
Ahora que sabes de los beneficios del sauna para la piel, debes tener algunas consideraciones en cuenta para aprovechar mejor tu tiempo y que no sea contraproducente.
Por ejemplo, es importante hidratarse bien antes y después del sauna, ya que se pierde mucho líquido por el sudor. Se recomienda beber al menos dos litros de agua al día, y evitar el alcohol y las bebidas con cafeína, que pueden deshidratar la piel.
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Además, si quieres aprovechar de los beneficios del sauna para la piel, no debes permanecer más de 15 o 20 minutos dentro. Asimismo, alterna el calor con el frío, para evitar el sobrecalentamiento y el mareo. Se puede salir y tomar una ducha fría o sumergirse en una piscina, y luego volver a entrar al sauna. Esto ayuda a tonificar la piel y a activar la circulación.
De igual modo, debes limpiar e hidratar la piel después del sauna, para eliminar los restos de sudor y de impurezas. Además, para restaurar la humedad y el equilibrio. Se puede usar un jabón suave y una crema hidratante adecuada al tipo de piel, y evitar los productos con alcohol o perfumes, que pueden irritar la piel.
Por otro lado, para aprovechar de los beneficios del sauna para la piel, no debes abusar de él. También se recomienda consultar con un médico antes en caso de tener alguna condición médica o si se está embarazada. Tampoco es recomendable para personas con problemas cardíacos, hipertensión, diabetes, asma, o enfermedades de la piel, ya que puede agravar sus síntomas.
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