El Plogging es un nuevo estilo de entrenamiento muy innovador. Combina el cuidado del medio ambiente con los ejercicios al aire libre, a través del proceso de recolección de residuos sólidos.
Es una forma nueva de ejercitarse que nació en Suecia en 2018. Se basa en el aprovechamiento de actividades al aire libre para recoger los desperdicios que se encuentran en los caminos, las playas, las montañas o la ciudad.
Este movimiento surgió por la cantidad de desechos sólidos con la que se encontraban los corredores a la hora de entrenar. Se enfoca en la mezcla del running, el jogging, el kayak y el senderismo. Así mismo el ciclismo, el buce y el esquí con la recolección de desechos sólidos.
La práctica de esta modalidad de entrenamiento requiere solo el uso de ropa deportiva cómoda, guantes y bolsas para la recolección. Esto en caso de los deportes terrestres. De igual forma, en los deportes acuáticos se necesita una red de mano, que filtra el agua y facilita la captación de los residuos.
Beneficios del plogging
Más allá de las ventajas que ofrece hacer ejercicio y cuidar el medio ambiente, el plogging permite el aumento de la intensidad de la disciplina o deporte que se practica.
Además, el movimiento que se realiza al agacharse para recoger la basura y volver a levantarse permite el trabajo corporal en intervalos, cortando el recorrido completo y activando otros músculos del cuerpo. Esto quiere decir, que es una práctica que agrega un poco de dificultad al deporte que practicas, mientras colabora con el medio ambiente.
Es por ello que el plogging es definido como un movimiento que incita a llevar un estilo de vida saludable y en armonía con el entorno, por lo que es una práctica a la que pueden unirse todos los deportistas que desean hacer un aporte para la conservación del planeta.