El Gamonéu del Puerto es un queso exquisito que se fabrica al abrigo de los Picos de Europa. Tiene un costo de origen casi de 50 euros el kilo (49 dólares aproximadamente) y 80 euros (78,5 dólares) en puntos de venta. Aun cuando su sabor es muy agradable, solamente quedan seis personas que producen esta variedad de queso. Es menos conocida entre los quesos asturianos, pero representa un tesoro para muchas personas.
Una de esas personas es Covadonga Fernández, quien tiene una quesería pequeña en Gumartini, a 1100 msnm, en un valle al pie de los Picos de Europa. Ella tiene cuatro décadas dedicando cinco meses del año a la producción del queso Gamonéu del Puerto. Esto en compañía de su hermano Antonio y su esposo Manuel Valle.
El complejo proceso de producción del Gamonéu del Puerto
El Gamonéu del Puerto se produce solo de manera artesanal en unas cabañas ubicadas en los puertos más altos de los concejos de Onís y Cangas de Onís. Allá se hace el ordeño y proceso de cuajado de la leche. Luego se coloca en moldes se procede al ahumado del queso.
Después de esto, se traslada a unas cuevas que están en zonas más altas en las que completan la maduración.
Aunque parece un proceso sencillo, las condiciones remotas de la zona en que se fabrica lo convierten en un trabajo bastante fuerte para Covadonga y los demás productores, pues en esta zona no existe cobertura de los servicios de telefonía y vive en un refugio de apenas siete metros cuadrados.
Su rutina diaria es comenzar el ordeño a mano de las ovejas y cabras, desde las cinco de la mañana, mientras el de las vacas es automatizado. Allí permanecen hasta la madrugada, pues permanecen todo el día elaborando el queso y cuidando los rebaños.
Además, en la zona no hay electricidad, por lo que lo la energía que utilizan proviene de una batería de coche. «El Puertu es muy duro. Yo me he acostumbrado y al principio no piensas en lo que te pierdes, en las cosas a las que renuncias por estar aquí, pero ni vacaciones, ni cumpleaños, ni nietos, ni nada durante meses», afirma Covadonga.
Aun cuando la productora manifiesta sentir agrado por su trabajo, no desea que sus tres hijos se dediquen a ello, pues es una labor estacional muy exigente, lo que justifica el precio tan elevado que tiene al llegar a los puestos de venta especializados.