Todos los años, previo a la Semana Santa, se realiza lo que se conoce como miércoles de ceniza. Es una fecha del calendario cristiano que indica el conteo hasta dicha semana. Es una festividad católica que tiene como origen el judaísmo.
Las cenizas son el símbolo relacionado con el sacrificio. Hace muchos años, los judíos las usaban para cubrir los cuerpos que se utilizaban para hacer sacrificios. Era una penitencia o castigo que se imponía por la mala vida de esa persona, para dejar atrás los pecados que cometió y pasar a un plano en el que se encontraba con Dios.
Origen de las cenizas
Las cenizas que se utilizan para conmemorar el miércoles de ceniza son las que provienen de la quema de las palmas, que se hace el Domingo de Ramos. Es una tradición cargada de simbolismo porque esas palmas representan la gloria.
Ese día, tal como se hace el viernes Santo, comienza con el ayuno y la abstinencia. Por tanto, los adultos de 18 a 59 años hacen solo una comida única fuerte durante el día. Así mismo, la abstinencia se basa en no comer carne ese día.
El miércoles de ceniza se hacen oraciones a Dios y se evitan conductas negativas como la disipación, la multitud de palabras y la hipocresía.
La Cuaresma
De acuerdo con las creencias católicas, la Cuaresma es el período del que disponen los creyentes para arrepentirse de los pecados que hayan cometido. El número 40 es una cifra de gran relevancia, pues Jesús pasó esa cantidad de días en el desierto, ante de iniciar el ministerio público. Además, la travesía de los israelitas buscando la Tierra Prometida también duró 40 años. Incluso, el diluvio duró 40 días.
Es por ello que el miércoles de ceniza marca la cuaresma, como tiempo de preparación espiritual de la Pascua.