La experiencia en un restaurante va más allá de simplemente disfrutar de exquisitos platillos; la etiqueta también juega un papel crucial. Una de las prácticas más sutiles pero significativas es cómo dejar los cubiertos en un restaurante. Esta acción, a menudo pasada por alto, comunica respeto tanto al personal del establecimiento como a los comensales que te rodean. Aquí hay una guía paso a paso sobre la forma correcta de manejar los cubiertos al concluir tu comida.
Conoce la señal universal: ¿Listo para un descanso o terminaste?
Antes de sumergirnos en los detalles específicos, es vital comprender la señal universal para los meseros: cuchillo y tenedor cruzados. Esta posición indica que has concluido tu comida y estás listo para que retiren los platos. Además, si necesitas tomar un breve descanso durante tu comida, coloca los cubiertos en posición de las 4 en punto, con los mangos apuntando hacia la derecha y las puntas hacia el centro del plato.
Pasos detallados para dejar los cubiertos de forma apropiada
Una vez que hayas disfrutado de cada bocado de tu exquisitez culinaria, sigue estos pasos sobre cómo dejar los cubiertos en un restaurante:
a. Coloca el cuchillo y el tenedor juntos: Al concluir tu comida, coloca el cuchillo y el tenedor en el centro del plato, uno al lado del otro. Asegúrate de que los mangos estén alineados y los utensilios estén orientados hacia arriba.
b. Utiliza la posición de las 4 en punto: Si deseas señalar que solo estás tomando un breve descanso, coloca los cubiertos en posición de las 4 en punto. Esta posición es una indicación sutil pero eficaz de que aún no has terminado.
c. Evita dejar los cubiertos sobre el mantel: Nunca dejes los cubiertos directamente sobre el mantel. Esto podría resultar incómodo para el personal del restaurante al recoger los platos y podría manchar el mantel.
El porqué de la importancia de la etiqueta con los cubiertos
La forma en que dejas los cubiertos no es solo un ritual de cierre, sino una expresión de cortesía y consideración. Al seguir estas pautas, demuestras respeto tanto al personal del restaurante como a los demás comensales. Los meseros aprecian la claridad visual que les permite retirar los platos sin interrupciones incómodas, y tus compañeros de mesa disfrutarán de una experiencia más armoniosa.