El ayuno intermitente es una práctica que favorece la salud metabólica y evita la obesidad. Pero eso no es todo, pues un estudio demostró que también posee efectos beneficiosos para combatir los síntomas de la depresión. Además, no produce efectos perjudiciales en el estado de ánimo.
Rubén Fernández Rodríguez, investigador predoctoral de la Universidad de Castilla- La Mancha, es uno de los investigadores que estudia esto. Él menciona que el mejor es el ayuno intermitente a días alternos. Este se basa en consumir el 25 % de las calorías diarias por 2, 3 o 4 días a la semana. También es efectiva la restricción de la ventana ingestas. Se enfoca en comer todos los días en un lapso de 6 a 10 horas, por lo que el ayuno es de 12 a 18 horas en total.
Efectos del ayuno en la depresión
El ayuno intermitente produce un efecto muy positivo frente a los síntomas de la depresión. Alivia esas molestias gracias a los efectos de la autofagia, que es un mecanismo de depuración del organismo.
Además, el ayuno intermitente favorece la la liberación de ácidos grasos libres, neurotransmisores, cuerpos cetónicos (desechos de las grasas) y diferentes hormonas que previenen los síntomas propios de los estados depresivos.
Una vez que el cuerpo entra en cetosis, toma la energía de la grasa corporal, mas no de la glucosa, lo que crea una resistencia al estrés, regula la glicemia y reduce la inflamación, por lo que reduce los procesos de neuroinflamación que se asocian con la depresión.
Aunado a esto, la pérdida de peso que produce esta práctica hace que la autoestima aumente, por lo que las personas tienen a sentirse de mejor ánimo en todo momento.
Dependiendo del objetivo que se desea alcanzar con el ayuno será el tiempo en que se aplique este método. Por ejemplo, para perder peso basta con practicarlo en un lapso de 8 a 12 semanas. Quien desee mejorar el metabolismo y sistema cardiovascular puede optar por el ayuno enfocado en la restricción de las ventanas de ingestas.