Son muchas las razones de peso por las que debes afeitarte con navaja. Sin dudas, es el método de afeitado que mejor te permite disfrutar de un afeitado más suave y preciso. Esto influye como resultado en una barba mejor definida y más suave. En contraposición a la cuchilla desechable o la maquinilla de afeitar. Veamos por qué.
Por qué afeitarte con navaja
Ideal para todo tipo de piel
La navaja es el instrumento ideal para todo tipo de piel, pero en especial para la de aquellos hombres de piel sensible o irritable, siempre y cuando se tenga buen dominio de la técnica, lo que se puede solucionar con algo de práctica. Procura utilizar navajas profesionales como las usadas por los barberos, marcará aún más la diferencia en el producto final.
El afeitado posee, como ya dijimos, toda una historia dentro de la historia de la estética masculina. Fue y es, para los que aún la usan, un acto casi ritual para el género masculino y para hablar de ello tendríamos que detenernos a relatar historias y anécdotas que vienen desde épocas muy remotas. Sin embargo, su uso ha ido en declive debido a la expansión de los demás métodos más modernos, prácticos y adaptados a las rutinas del hombre de hoy.
A pesar de ello, podemos hablar de las ventajas de afeitarse con navaja para ver si te animas a probar y mejorar tu aspecto con este tradicional artefacto:
Te permite ahorrar a largo plazo dinero, pues no deberás andar reponiendo frecuentemente dentro de tus enseres tu navaja.
El afeitado con navaja penetra más en los folículos de la piel por lo que es más duradero. Dependiendo de la técnica y el tipo de rasurado puede ser también más rápido.
Produce menor irritación en tu piel. Pero esto dependerá del proceso y que tan meticuloso y cuidadoso seas en él. Te recomendamos utilizar agua caliente para hacerlo, así como productos especialmente diseñados para tal fin.
Consideraciones:
Afila la cuchilla de tu navaja por lo menos 3 veces al año, ya que este suele irse deteriorando con el uso y el paso del tiempo.
Compra una navaja de calidad, profesional. Podrás notar la diferencia en el momento de afeitarte y cuando te veas al espejo una vez que termines de hacerlo.
Lávate bien la cara con abundante agua caliente y jabón suave previamente. Si llegarás a sufrir alguna cortadura no se infectará.