Conocer un nuevo destino siempre es una experiencia renovadora y llena de aventuras, cuando se viaja es mucho lo que se adquiere. Además, también es una forma de entrar en contacto con las nuevas culturas que se exploran en el lugar de destino. De hecho, hay muchas formas de disfrutar las visitas. Aquí te contamos qué es el turismo gastronómico y de qué se trata esta forma de exploración.
Descifrando qué es el turismo gastronómico
El turismo gastronómico es una modalidad de viaje que tiene como objetivo principal disfrutar de la cocina y la cultura culinaria de un destino a través de sus platillos. Se trata de una forma de conocer y apreciar la diversidad de sabores, aromas, ingredientes, técnicas y tradiciones que caracterizan a cada lugar.
Para que entiendas que es el turismo gastronómico, debes tener claro que no se limita a comer en restaurantes o probar platos típicos. De hecho, es una experiencia que va más allá. Implica también participar en actividades relacionadas con la gastronomía, como visitar mercados, ferias, bodegas, huertas, talleres o clases de cocina.
Asimismo, el turismo gastronómico es el que tiene múltiples beneficios tanto para los viajeros como para los destinos. Para los viajeros, supone una experiencia enriquecedora que les permite descubrir nuevos aspectos de la cultura, la historia y la identidad de un lugar a través de su comida. Además, les brinda la oportunidad de aprender nuevas recetas, ampliar sus conocimientos sobre el arte culinario y satisfacer su curiosidad y su paladar.
Beneficios en ambas direcciones
Por otro lado, para los destinos, qué es el turismo gastronómico representa una fuente de ingresos y de desarrollo local. De igual modo, fomenta la preservación y la innovación de su patrimonio gastronómico, así como la promoción y el reconocimiento de su oferta turística.
Hay muchas formas de conocer y el turismo gastronómico es una tendencia creciente en el mundo. Atrae a un perfil de viajero cada vez más exigente y motivado por la búsqueda de experiencias auténticas y memorables.
Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), el turismo gastronómico es uno de los segmentos con mayor potencial de crecimiento y diversificación en el sector. Por ello, muchos países y regiones han apostado por desarrollar productos y rutas gastronómicas que reflejen su singularidad y su calidad culinaria. Algunos ejemplos son la ruta del jamón ibérico en España, la ruta del vino en Francia, la ruta del café en Colombia o la ruta del mole en México.
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