¿Quieres viajar a una costa de América del Norte que sea pintoresca y poco habitada? Tu mejor alternativa es la isla Príncipe Eduardo en Canadá. Se trata de una provincia marítima que posee la mayor cantidad de faros del continente, pues existe uno cada 35 millas aproximadamente.
La población de esta isla es muy pequeña porque tiene solo 157 mil habitantes. Es un lugar famoso por sus deliciosos mejillones y la gastronomía de mar que ofrece. Además, su puesta de sol es única desde la capital Charlottetown hasta los extremos de la isla.
Hospedaje cómodo y seguro en la isla del Príncipe Eduardo
Si harás un viaje corto a la isla puedes alojarte en la capital Charlottetown, en el Great George. Está ubicado convenientemente a una o dos cuadras de Victoria Row y Peake’s Wharf, una calle peatonal y un puerto de la ciudad. Allí encuentras restaurantes y tiendas.
Las habitaciones de este hotel son clásicas. No obstante, también ofrece alojamiento en apartamentos modernos en condominios de varios niveles, bien equipados con terrazas al aire libre y refrigeradores para el vino.
Gastronomía exquisita
A la hora de degustar comida deliciosa, tienes la oportunidad de visitar el Blue Mussel Café en North Rustico, donde sirven una sopa exquisita con salmón, mejillones, vieiras y eglefino, así como un cheddar gratinado, langosta y una selección extensa de pescado.
Si quieres degustar platos elaborados con mariscos, la mejor opción es un lugar sin lujos conocido como Prince Water Corner Shop, en el que sirven mejillones deliciosos, langosta en concha o en rollo, sopa notable y ensalada de papa.
Bebidas y cocteles deliciosos
La capital de esta isla tiene varias cervecerías, pero la mejor es Bogside Brewery, en Montague, en la que puedes disfrutar diferentes bebidas y tragos con diversos sabores.
Si estás al este, ve al Inn at Fortune Bridge y aprovecha una experiencia gastronómica de cuatro horas, en la que haces un interesante recorrido culinario por la granja en medio de un ambiente festivo y comidas deliciosas.