En la actualidad, algunas empresas de viajes como TCS World Travel ofrecen a sus clientes una serie de tours mundiales en jet privado. Cuenta con capacidad hasta para 52 pasajeros, en asociación con hoteles de lujo. De esa forma, proporcionan a los viajeros una experiencia agradable, sin distinción del destino que elijan. Otra compañía que se unirá a esta modalidad es Four Seasons. Iniciará su servicio de tours en su jet privado el próximo 2024.
Milton Pedraza, CEO de The Luxury Institute, estudioso de la industria del lujo, explicó que la popularidad de este tipo de viajes se incrementó por la pandemia, pues las personas ricas solo quieren viajar en jet privado y alojarse en destinos seguros y exclusivos. «Estás siendo totalmente mimado, es un viaje en jet privado que va a cualquier isla, en cualquier momento», indicó.
Remote Lands, por ejemplo, se asoció en 2013 con el hotel Aman para los viajes que hacen los millonarios al continente asiático. Hoy en día están expandiendo sus opciones a las Américas y el Caribe.
Catherine Heald, CEO y cofundadora de Remote Lands, explicó que el viaje produce una sensación de salón, donde están todos de frente y comparten información de negocios u otros temas, sin notar que están a bordo de un avión.
Una vez que aterrizan en el aeropuerto, autos Mercedes Benz esperan a los viajeros y los dirigen hacia el destino que prefieran. Es decir, no es un viaje en grupo en el que todos deben dirigirse al mismo sitio, sino una experiencia totalmente privada e innovadora.
¿Quiénes disfrutan estos viajes?
Los clientes principales que solicitan este tipo de servicio son empresarios tecnológicos, CEOs, celebridades, magnates, entre otras personas multimillonarias que prefieren la exclusividad y privacidad. Su único trabajo es llegar al avión, de lo demás se encarga la empresa.
Y no solo se trata de viajes de negocios, pues estas compañías ofrecen tours muy interesantes para pasar algunos días fuera de casa y el estrés del trabajo, que son perfectos para su conexión con familiares y amigos cercanos, cuyo costo puede superar fácilmente los 130 mil dólares.