La neuralgia por estrés es una condición que provoca un dolor facial muy molesto. Este puede ser esporádico o prolongado y permanente. Se produce por varias causas, entre ellas el estrés y suele confundirse con migraña o cefalea.
Se trata de un dolor agudo y se clasifica en tres tipos: postherpética, la neuralgia que afecta al nervio glosofaríngeo y la del trigémino, esta última variedad es la que causa el estrés.
El dolor que produce esta condición suele ser similar a una descarga eléctrica que afecta un lado del rostro, la cabeza o el cuello. Aparece y desaparece de forma súbita y dura segundos o minutos. La piel se vuelve sensible al contacto. Incluso, el nervio puede debilitarse y puede conllevar a una parálisis en la zona.
Influencia del estrés en la neuralgia
El estrés es un sentimiento que se manifiesta como consecuencia de una tensión física y emocional, que crea un pensamiento permanente que provoca frustración, nerviosismo y furia. La reacción a esto puede ser a escala física o mental.
Cuando esta condición es crónica tiene una duración prolongada en el tiempo, que puede ser durante varios meses. Algunas personas que lo padecen llegan a acostumbrarse a ese estado y puede no darse cuenta de su condición, por lo que finalmente puede presentar una neuralgia.
¿Cómo se trata la neuralgia?
El tratamiento para la neuralgia se aplica dependiendo de los resultados del estudio realizado para saber su procedencia. Es necesario ubicar el nervio afectado, así como el grado de dolor que produce.
Sin embargo, en todos los casos se indica un tratamiento con fármacos que ayudan a reducir el dolor, asó como ansiolíticos y antidepresivos que minimizan el nivel de estrés desarrollado por la persona afectada. También tienden a recetarse analgésicos, anticonvulsivos, antiinflamatorios, parches y cremas relajantes.
Se ofrece un tratamiento farmacológico para paliar el dolor. Algunos de los medicamentos podrían ser antidepresivos o ansiolíticos para disminuir los estados de estrés. También se recetarán analgésicos para el dolor, anticonvulsivos, parches o cremas relajantes.