Los parches para el dolor muscular son muy utilizados por los deportistas, pues también reducen la tensión y el cansancio. De esa forma, previenen lesiones y molestias en las articulaciones, que producen afecciones como la artritis.
Suelen calentarse cuando entran en contacto con el oxígeno, por lo que producen una sensación agradable y relajante en la zona afectada. Se pueden aplicar en distintas partes del cuerpo como la espalda baja, la cadera, los hombros, la muñeca y el cuello.
Así se usan los parches para el dolor de músculos
Una vez que adquieres uno de los parches para el dolor, no debes abrir su bolsa protectora hasta que lo vayas a usar. Una vez que alcanza la temperatura adecuada, ubícalo sobre la zona a tratar, dejando que la parte oscura quede en contacto con la piel, ajústalo por la parte de adelante, para que se adhiera bien a la piel.
Casi todos estos parches pueden dejarse por un lapso de ocho horas. Debido a que están fabricados con un material suave y liso, no te provoca ninguna molestia para realizar tus actividades diarias. Sentirás como el área dolorida comienza a aliviarse paulatinamente y te ayudará a relajarte mejor.
Recomendaciones de los expertos
Según los especialistas, lo que debes evitar al colocarte los parches para el dolor es lo siguiente:
- No exceder el uso del parche por un plazo superior a las 8 horas, para evitar irritaciones o quemaduras.
- Si sientes quemazón cuando toca tu piel, debes retirarlo y tirarlo.
- No colocarte los parches por un plazo superior a los 7 días consecutivos.
- Evita colocar los parches para el dolor en otras zonas del cuerpo distintas a las del producto, porque están diseñados para aliviar esa área específica.
- No cortes el parche porque las células de calor que se dañen pueden provocar quemaduras.