Hay condiciones que son regulares en el día a día de muchas personas alrededor del todo el mundo en la actualidad y una de ellas es el estrés laboral. Las causas que llevan a que se presente son muy variadas, desde un demanda constante, plazos reducidos parea entregas, largas horas de carga laboral y mucho más.
Las consecuencias de este estrés tienen repercusiones evidentes en el plano físico y mental de los trabajadores. Una de los más preocupantes es su relación con la hipertensión, una condición médica crónica que puede llevar a graves complicaciones de salud.
La hipertensión, también conocida como presión arterial alta, es una condición médica en la que la fuerza del flujo sanguíneo contra las paredes de las arterias es demasiado alta. Padecerla, puede llevar a problemas graves de salud, como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y daño en órganos vitales.
Como dato relevante y alarmante, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hipertensión afecta a aproximadamente 1.13 mil millones de personas en todo el mundo, y es una de las principales causas de muerte prematura. Por otro lado, el estrés laboral, es una respuesta fisiológica y psicológica a las demandas y presiones del entorno de trabajo.
Lo que advierten los expertos, es que cuando este estrés se vuelve crónico, puede tener efectos negativos en la salud, incluyendo la hipertensión. En este sentido, la relación entre el estrés laboral y la hipertensión es objeto de numerosos estudios, y los resultados indican que el estrés crónico en el trabajo puede contribuir significativamente al desarrollo de la hipertensión.
Estrés laboral e hipertensión: datos y estudios
Como ya me mencionamos, numerosos estudios han investigado la relación entre el estrés laboral y la hipertensión. Entre ellos, una investigación publicada en la revista Ocronos en abril de 2024 exploró la relación entre la hipertensión arterial y el estrés laboral en profesionales de la salud.
Los académicos encontraron que el estrés laboral en el sector de la salud puede surgir de diversas fuentes, como la alta carga de trabajo, la presión por cumplir con los plazos y la exposición a situaciones emocionalmente desafiantes.
Otro estudio realizado por la Universidad Central de Villa Clara en Cuba destacó que el estrés es un factor de riesgo significativo para la hipertensión arterial esencial. Los investigadores señalaron que el estrés crónico puede desencadenar respuestas fisiológicas y psicológicas que contribuyen al desarrollo y la exacerbación de la hipertensión.
Además, un estudio publicado en la Revista Europea de Cardiología Preventiva encontró que las personas con trabajos exigentes y poco control sobre él, tienen un mayor riesgo de desarrollar hipertensión. La tensión laboral, caracterizada por una combinación de altas demandas y bajo control en el trabajo, se asoció con una mayor probabilidad de hipertensión.
Mejores estrategias para combatir el estrés laboral y la hipertensión
Combatir el estrés laboral y la hipertensión requiere un enfoque integral que incluya cambios en el estilo de vida, técnicas de manejo del estrés y, en algunos casos, intervención médica. Los expertos aseguran que es importante colocar el autocuidado como prioridad. Para ellos, se deben incluir actividades que reduzcan el estrés en la rutina diaria. Esto puede incluir la meditación de mindfulness, ejercicios de respiración profunda o tomar breves descansos a lo largo del día laboral para relajarse y recargarse.
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Asimismo, es requerido que se establezcan límites claros entre el trabajo y la vida personal para evitar que el estrés relacionado con las ocupaciones se extienda a otras áreas. Esto puede incluir dejar el trabajo en la oficina, si es posible, y tener un teléfono separado para el trabajo y la vida personal.
Otra estrategia es la actividad física regular, que puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la salud cardiovascular. Incluso en dosis bajas, el ejercicio tiene la capacidad de reducir tensiones y mejorar el bienestar general.
Además, una adecuada higiene del sueño repercute positivamente en todo el cuerpo. Desconectarse de las preocupaciones laborales unas horas antes de acostarse, reducir la exposición a las luces artificiales y cenar temprano pueden mejorar la calidad del sueño. Asimismo, es importante mantener relaciones saludables con amigos, familiares y colegas, ya que este tiempo puede proporcionar un valioso apoyo emocional y ayudar a reducir los picos de estrés y cortisol. En caso de que quieras conocer más sobre este tema, puedes echar un vistazo en otros sitios web como MayoClinic, PMC o La República.
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