Casi todas las personas adineradas de Estados Unidos poseen un título universitario. Sin embargo, hay una lista de millonarios que no estudiaron, pero eso no fue impedimento para que obtuvieran el éxito en su vida.
Todos ellos tienen un aspecto en común: trabajaron de forma incansable para realizar sus sueños. Por ello, son motivo de inspiración para muchas personas en el mundo.
Millonarios que no estudiaron: un ejemplo para muchos
Aun cuando el estudio es fundamental para lograr nuestros objetivos profesionales, existen algunas excepciones, pues hay millonarios que no estudiaron y lo lograron. Entre ellos podemos destacar los siguientes:
Harold Hamm. Hamm
Es un magnate petrolero, quien creció en una granja, ubicada en Oklahoma. Es el menor de 13 hermanos y recogió algodón cuando era niño. Cuando llegó a la adolescencia trabajó en una gasolinera. Con el paso del tiempo, creó una empresa propia de camiones para el transporte de agua a los campos petroleros. En 1971 hizo un préstamo para perforar un pozo, dando inicio a su carrera como extractor de petróleo.
Hoy en día ejerce el cargo de presidente y director ejecutivo de la compañía productora de petróleo Continental Resources. Su fortuna es de unos 21.100 millones de dólares. Está entre los primeros 30 estadounidenses más ricos, según Forbes.
Diane Hendricks
Otro de los millonarios que no estudiaron es esta mujer de negocios, quien dejó la escuela a los 17 años al quedar embarazada. Se casó con su pareja, pero a los tres años del matrimonio se divorció. Luego trabajó como camarera en un Playboy Club local. Después vendió bienes raíces y, finalmente, cofundo en 1982 una empresa distribuidora de suministros para techos: la ABC Supply.
Para ella, no asistir a la universidad la convirtió en una persona emprendedora, quien creó sus oportunidades de surgimiento, siguiendo algunos modelos efectivos. Por tanto, considera que, más allá de conseguir un título, seguir una carrera es lo más importante.