Brendan Fraser ganó popular en la década de los 90 gracias a sus papeles en películas como La momia, George de la selva y más. Sin embargo, fue justo por una dieta extrema para conseguir un mejor cuerpo lo que le trajo consecuencias.
El actor que hoy tiene 54 años ha vuelto a las pantallas con nuevos proyectos. Tras un tiempo de ausencia, su carrera ha resurgido gracias al drama de Darren Aronofsky “The Whale”. Una producción que llegará a los cines el 9 de diciembre.

En esta película, Fraser interpreta a un educador con obesidad mórbida y trata de conectar con hija adolescente. Por su interpretación ya ha sido elogiada y su nombre suena fuerte para la próxima temporada de premios.
Este es el gran regreso del actor, quien estuvo distanciado de las pantallas. A pesar de que protagonizó varios éxitos en los 90 y principios de los 2000, tuvo que lidiar con algunos problemas físicos y emocionales.
Brendan Fraser y George de la selva
Como consecuencia, debió alejarse de la profesión y de las pantallas. Según ha revelado recientemente todo fue producto de una dieta extrema. Uno de sus papeles más recordados es George de la selva, una película del 97 producida por Disney. El film fue un éxito de taquilla.

Sin embargo, para dar vida a George, Fraser debió someterse a una transformación física. Para adecuarse al papel tuvo que hacer dietas extremas y grandes cantidades de ejercicio. Después de eso, tuvo algunas secuelas.
En una entrevista a propósito de su participación en Actors on Actors, uno de sus compañeros Adam Sandler le preguntó sobre su transformación para el papel y su radical cambio físico. Si bien el actor recuerda con cariño el papel y la película, confesó que le disgustó modificar su físico y sistema de alimentación. Sobre todo porque debía saltarse comidas.
Incluso, Fraser relató que en una oportunidad regresaba a casa del trabajo y debía pasar por el cajero pero no podía recordar la clave. «No podía recordar la clave porque mi cerebro estaba fallando. Golpeando la máquina. No comí esa noche», dijo con cierto pesar.
Para el 2003 Disney lanzó una secuela de la película y le ofrecieron el papel, pero Fraser lo rechazó. Los años entre un film y otro le hicieron declinar a la oferta porque la exigencia física que demandaba no la podía cumplir.