César Ritz es conocido como el padre de la hostelería moderna. Junto al chef Auguste Escoffier creó la alta cocina, pues su visión acerca del servicio de alojamiento y atención en los restaurantes lo llevó a obtener grandes logros. Era hijo de una familia numerosa de granjeros. A los 15 años se inició en el mundo de la hostelería hasta llegar a convertirse en el anfitrión de algunos reyes, zares, emperadores y hombres poderosos. Esto porque proporcionó un enfoque innovador para ofrecer un servicio de lujo en los hoteles.
De hecho, César Ritz inventó el room service, así como las habitaciones con baño, las grandes suites y las decoraciones de lujo en los grandes hoteles. Dotó las estancias de armarios grandes, cortinajes espectaculares y muebles elegantes.
Como se desempeñó en el área de mesero de vinos, creo el sommelier y siempre se enfocó en la atención personalizada. Incluso, cambió los comedores de hotel aburridos por restaurantes de gran tamaño, con grandes chefs. Junto a él estuvo el chef Auguste Escoffier, revolucionario de la gastronomía en los restaurantes.
Hoteles en los que destacó César Ritz
Entre los hoteles en los que Ritz hizo historia destaca el Hotel Niza, el Lucerna y el Gran Savoy de Londres. En este último se hospedaba el Príncipe de Gales, futuro Rey Eduardo VII, quien disfrutó de su excelente hospitalidad y deliciosos banquetes en Savoy.
Además, estuvo en el gran hotel del Imperio Británico, que se convirtió en escenario de grandes gala. Fue el primer gran establecimiento de lujo de Londres, en el que se llevaron a cabo muchos encuentros de las Casas Reales.
Hotel Ritz (1898)
En el año 1898, Ritz y Escoffier crearon en París el hotel Ritz, que se convirtió en un referente de buen gusto, en el que se alojaron grandes personalidades como Coco Chanel, Churchill y Marcel Proust.
La firma se expandió hacia otras ciudades como Londres, Boston, Barcelona, Nueva York y Madrid, donde los hoteles eran sede para reuniones de grandes emprendedores del siglo XIX, creadores de grandes almacenes, trasatlánticos y automóviles.
Para Ritz “ningún detalle es demasiado pequeño”, por lo que siempre se anticipó a los deseos de sus clientes para lograr un acercamiento adecuado. Ese fue el secreto que lo llevó al éxito y lo convirtió en un referente de excelencia y lujo en la prestación de servicios como alojamiento y gastronomía.