Hay ciudades que tienen exceso de habitantes y el número de residentes va en ascenso constante, como consecuencia hay caos vial, polución. Ciudades como Bombay, Shanghai, Tokio, Pekin, Ciudad de México, El Cairo, entre muchas otras, tienen una alta población demográfica. En contraposición, otros lugares como Cerdeña crean planes para atraer a nuevos residentes para que vivan en su territorio.
Cobrar por vivir en Cerdeña
Si está entre tus planes cambiar tu código de residencia y experimentar el estilo de vida europeo e italiano, quizás este sea el momento ideal para hacerlo. Podrían pagarte por ello.
Según Forbes, esta hermosa isla mediterránea estaría ofreciendo hasta 15 mil euros por persona, para quienes deseen mudarse a su territorio. ¿El motivo?, la despoblación.
En total, se estima que el Gobierno local ha destinado unos 45 millones de euros para financiar a unos 3 mil casos de asistencias, de hasta 15.000 dólares cada una, una jugosa cifra, pero no es permanente.

Cerdeña no es el único pueblo de Italia que está tomando estas medidas, en otras regiones del país también están apostando por movidas similares. Entre ellas, Calabria dobla la oferta al prometer 33 mil dólares a cada persona que desee ser parte de sus residentes permanentes. Pero si esa cifra no te convence, Santo Stefano di Sessanio, ofrece 52.500 dólares a las personas que se muden y trabajen en el territorio.
Italia no es el único país que ha optado por estas estrategias para llamar población. En Estados Unidos hay algunas localidades que también poseen programas similares. Invitan a personas, en etapa productiva, a vivir en sus espacios, todo esto para intentar revertir la despoblación.
Para optar por estos programas, ciertas condiciones aplican y no todo lo que reluce es oro. En el caso de Cerdeña, es una población de 3 mil habitantes. El dinero recibido es para renovar una casa y en ella deberá vivir por 18 meses, además de hacer de Cerdeña tu lugar permanente de residencia.
Dejando el tema del dinero a un lado, esta isla es reconocida por sus aguas cristalinas, ruinas, gastronomía y costa paradisiaca, rodeada de montañas de ensueño.