El ácido salicílico y el ácido glicólico, utilizados en los tratamientos anti-acné, producen manchas en la piel. Es por ello que la mayoría de cosméticos de este tipo están incorporando a sus ingredientes el ácido tranexámico.
Esta sustancia tiene la propiedad de ayudar a reducir las imperfecciones cutáneas que se genera por la pigmentación postinflamatoria. Además, posee un nivel de tolerancia elevada porque es más respetuosa con todos los tipos de piel.
Ácido tranexámico y sus beneficios
Todos los productos para combatir el acné que cuentan con ácido tranexámico, también producen una luminosidad perfecta a la piel, al tiempo que mejoran su complexión y unifican el tono. Además, tienen un efecto calmante y cicatrizante muy eficiente.
¿Existen efectos adversos?
Hasta ahora, las pruebas e investigaciones relacionadas con el uso del ácido tranexámico no han arrojado efectos adversos relevantes, más allá de lo que puede provocar cualquier tipo de ácido exfoliante como él.
En tal sentido, los expertos indican que solo puede producir sequedad o irritación, síntomas que ceden en cuanto deja de usarse el producto. Esto se ha presentado solo en personas con piel muy sensible o sometida a un tratamiento con muchos astringentes.
¿Cómo se aplica?
En la actualidad, esta sustancia está presente en muchas rutinas de limpieza y en los cosméticos de hidratación facial, por lo que puede aplicarse en la mañana o en la noche, dependiendo de las indicaciones del cosmético que se usa. En los casos en que es más residual, puede usarse en formato de serum.
También puedes complementarlo con una crema ligera para uso diario o de noche, que hidrate y suavice los tejidos, sin provocar alteraciones en la pigmentación de tu piel.
