La cerveza es una bebida muy popular y apreciada por muchas personas, especialmente en los días calurosos o en las reuniones sociales. Sin embargo, también es una de las más temidas por quienes quieren cuidar su peso y su salud, ya que se cree que engorda y provoca la famosa “barriga cervecera”. ¿Es esto cierto? ¿Qué hay de verdad y de mito en esta afirmación? En este artículo te lo contamos, por qué la cerveza engorda.
Para que tengas una idea de su contenido, la cerveza es una bebida fermentada que se elabora a partir de cereales como la cebada, el trigo o el maíz. Además, contiene alcohol, agua, carbohidratos, vitaminas, minerales y antioxidantes. Según la cantidad de alcohol que tenga, se clasifica en cerveza sin alcohol (menos de 1%), cerveza ligera (entre 1% y 3%), cerveza normal (entre 3% y 5%) y cerveza fuerte (más de 5%). El contenido calórico de la cerveza varía según el tipo, pero en general se considera una bebida poco calórica. Es decir, la cerveza no engorda. Por ejemplo, un vaso de 250 ml de cerveza normal tiene unas 90 calorías, mientras que un refresco azucarado puede tener más de 100.
Es cierto que la cerveza engorda
Entonces, ¿por qué se dice que la cerveza engorda? La respuesta no es tan simple. Depende de varios factores. Por un lado, el consumo excesivo de alcohol puede alterar el metabolismo y favorecer la acumulación de grasa en el organismo, especialmente en el abdomen. Además, el alcohol estimula el apetito y reduce la sensación de saciedad, lo que puede llevar a comer más y peor. Por otro lado, la cerveza suele ir acompañada de alimentos poco saludables como fritos, snacks, embutidos o quesos, que aportan muchas calorías y grasas. Por tanto, no es tanto la cerveza en sí lo que engorda, sino el conjunto de hábitos alimentarios y de vida que la rodean.
Para dar respuesta a por qué la cerveza engorda, ten en cuenta que ella por sí sola no es mala. Entonces, ¿Qué podemos hacer para disfrutar de la cerveza sin engordar? Lo primero es consumirla con moderación y responsabilidad. Los expertos recomiendan no superar los 25 gramos de alcohol al día para los hombres y los 15 gramos para las mujeres.
El problema son los hábitos
Lo segundo para evitar que la cerveza engorde es elegir el tipo más adecuado para nuestras necesidades. La sin alcohol tiene menos calorías y alcohol que la normal, pero también menos nutrientes. La cerveza ligera tiene menos alcohol que la normal, pero más carbohidratos. La negra tiene más hierro y antioxidantes que la rubia, pero también más calorías. Lo tercero es acompañarla con alimentos saludables como frutos secos, verduras crudas, pescado o marisco. Además, debes practicar ejercicio físico regularmente para quemar las calorías extras y mantener un peso saludable.
En conclusión, la cerveza no engorda por sí misma, sino que depende de cómo, cuánto y con qué la consumamos. Si sigues unas pautas sencillas podemos disfrutar de esta bebida sin renunciar al bienestar.
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