Si presentas cierto nivel de flacidez en tu cuerpo y deseas eliminarla no basta solo con hacer ejercicio. También es necesario que adoptes un estilo de vida diferente, que te permita obtener resultados positivos y visibles en un tiempo específico.
En ese punto, los expertos consideran que lo mejor que se puede hacer es bajar de peso de manera gradual y progresiva. de esa forma evitas que eso afecte tu salud a escala física o estética.
Esto se logra ingiriendo solo entre 300 y 500 calorías menos de las habituales. Recuerda que el objetivo es alcanzar un aporte adecuado de los macronutrientes como grasas, hidratos y proteínas. De esa manera, no pierdes peso tan rápido y evitas esa flacidez excesiva que da una apariencia de piel colgante.
Aunado a esto, es necesario tomar mucha agua y consumir alimentos ricos en vitamina C, colágeno, selenios, Omega 3, azufre y zinc, tal como las frutas, los vegetales, los frutos secos, las semillas y el pescado azul. Además, es imprescindible reducir el azúcar, pues acelera el envejecimiento prematuro de la piel.
Ejercicios para combatir la flacidez
Dentro de los ejercicios que puedes realizar para combatir la flacidez de tu cuerpo mientras pierdes peso son el las sentadillas búlgaras para las piernas, que se hace parecido a la zancada, pero dejando la pierna retrasada en una superficie elevada, conservando el torso perpendicular al suelo y siempre erguido.
De igual forma, para el abdomen puedes optar por el pull over dead bug, para el que debes acostarte boca arriba y levantar los pies del suelo, doblando las rodillas en un ángulo de 90 grados, apuntando hacia arriba con los dedos de los pies. Extiendes los brazos sujetados a una pesa y los diriges hacia el techo, por encima de los hombros.
Después, haces una inclinación de la pelvis y conservas la postura, mientras respiras profundamente. Luego extiendes los brazos detrás de ti y deja la pierna derecha al frente mientras exhalas, conservando la espalda pegada al suelo.
Para los glúteos puedes hacer el walk, que consiste en colocarse con la pelvis y espalda rectas, con la zona lumbo-abdominal activa y los brazos descansados, ubicados a la altura de la cadera, mientras abres las piernas. Deja las rodillas semiflexionadas y los pies en posición paralela, para hacer pasos laterales bien amplios a ambos lados, sin estirar las rodillas.
Todos estos ejercicios son muy eficientes para devolver a tu piel la firmeza que pierde cuando comienzas a bajar de peso gradualmente. Esto puede evitarte tener que someterte a una cirugía estética a futuro.