El pastor belga es una raza de perro de trabajo, que posee una serie de necesidades físicas y psicológicas específicas. Si estás pensando en contar con la compañía de esta mascota, debes conocer bien sus características, a fin de garantizarle una excelente calidad de vida.
Pastor belga: una raza inteligente y obediente
El perro pastor belga es elegante y robusto, con una vigorosidad única y un pelaje perfecto para resistir el clima frío. Cuenta con un carácter fuerte y entusiasta, al tiempo que es muy veloz. Los machos tienen un peso que oscila entre 25 y 34 kilogramos, mientras que las hembras pesan de 18 a 27 kilogramos.
El pelo de las orejas, la cabeza y las extremidades es corto. En la cola, el cuello, los muslos y la parte trasera suele ser un poco más largo y grueso, que se ajusta bien al cuerpo y no queda colgando.
La coloración del pelaje es variada, desde beige hasta caoba, con salpicaduras de pelos negros. Las orejas y la cara son de color negro. Suelen mudar el pelo dos veces por año, por lo que es recomendable cepillarlos al menos dos veces por semana.
La personalidad
La personalidad de los perros de esta raza es bastante protectora. Son perfectos para la detección de bombas, drogas, búsqueda y rescate, rastreo, entre otros. Esto es gracias a que tienen una gran inteligencia, que les permite comprender bien las órdenes y ejecutarlas inmediatamente.
Por eso mismo es una mascota demandante para el propietario. Incluso, algunos son temperamentales y pueden mostrar un poco de agresividad. No son aptos para vivir en perreras o jaulas, pues siempre quieren estar con la familia, debido al espíritu protector que poseen. Es recomendable estimular su socialización desde que son cachorros, así como iniciar el entrenamiento, que no sea demasiado fuerte.
Pastor belga en el hogar
Un pastor belga en el hogar es muy protector y cariñoso. Sin embargo, no es apto para lugares en los que hay niños que corren y gritan, pues querrá ponerlos en su sitio cuando su comportamiento no le guste.
Además, es importante ejercitarlo constantemente, por lo que los paseos largos deben ser parte de su rutina diaria. Esto les permite drenar la energía que tienen acumulada y mejorar su calidad de vida.