El cuerpo humano necesita descanso para mantener sano su organismo y su mente. Sin embargo, en la actualidad existe un récord de no dormir, el cual fue alcanzado por un adolescente que en 1963 llevó a los límites su resistencia al sueño.
Se trata de Randy Gardner, quien tuvo la idea de no dormir desde el 28 de diciembre de 1963 hasta el 8 de enero de 1964. Es decir, permaneció 11 días en vigilia permanente y así entró al libro Guinness de los Récords.
¿Cómo alcanzó el récord de no dormir?
Un día, Randy Gardner y su amigo Bruce McAllister tomaron la decisión de analizar los efectos que produce la privación del sueño en el rendimiento físico y cognitivo. Echaron a la suerte el turno y le correspondió a Randy.
En total, logró mantenerse despierto durante 264 horas, hecho comprobado por un periódico local que cubrió esta hazaña, así como un investigador del sueño de la Universidad de Stanford, el doctor William Dement.
Dement, contó a la BBC de Londres: «Los padres de Randy estaban muy preocupados de que pudiera ser algo realmente perjudicial para su salud. Porque no era seguro y existía una posibilidad del que joven muriera por no dormir». Esto quiere decir que la probabilidad de muerte por esta prueba no estaba descargada.
Es por ello que los padres del adolescente de 16 años, solicitaron al doctor la supervisión de la prueba. Además, el teniente comandante John Ross, de la Unidad de Investigación Médica Neuropsiquiátrica de la Marina de Estados Unidos en San Diego, también fue testigo de esta hazaña.
En el año 1965, el doctor Dement describió todo el proceso en un artículo, pues también estuvo despierto con Gardner por varios días. Los efectos de este experimento fueron impactantes, pues el joven comenzó a presentar dificultad para concentrarse, hablar, organizar ideas y establecer una comunicación fluida.