Las puertas de madera son objetos que requieren una limpieza y mantenimiento frecuente. Son perfectas para aislar estancias del clima y los sonidos, pero debes cuidarlas de manera correcta para evitar que el material se debilite y dure menos de lo esperado.
Los cuidados de una puerta de madera son diferentes, dependiendo de si está o no barnizada. Para que puedas cumplir su rutina de mantenimiento adecuado, te daremos algunos consejos al respecto.
Puertas de madera sin barnizar
La limpieza de las puertas de madera que no tienen una capa de barniz se hace de la siguiente manera:
Elimina el polvo y la suciedad en exceso, usando sol un plumero o paño seco. Las marcas pueden salir con una esponja o paño suave, al frotar con una mezcla de agua tibia y jabón para madera. También puedes combinar agua con amoníaco o aceite de oliva y vinagre blanco.
Una vez que termina la limpieza, puedes aplicar aceite natural o abrillantador con un paño, haciendo movimientos enérgicos, por toda la superficie de la puerta. De esa manera quedará reluciente.
Puertas de madera barnizadas
Lo primero que debes hacer en este caso es usar un plumero o paño húmedo para quitar el polvo. Después, desinfectas la superficie con una mezcla de una cucharada de vinagre blanco y jabón especial para puertas. Empapas el paño y repasas por la puerta para eliminar las marcas presentes en el barniz.
Posteriormente, abrillanta el barniz con una tela fina y un poco de abrillantador para maderas. Masajea cuidadosamente la superficie y al terminar pasa un paño limpio y seco. Esto le dará un aspecto mucho más interesante a la puerta, mientras la proteges de elementos externos que puedan provocarle algún daño a su superficie. Incluso, puedes retocar la capa de barniz si consideras que es necesario.