Las relaciones de pareja son un poco complejas. Una vez que se acaban, comienzas a cuestionarte muchas cosas, de las que no escapa el tema del amor. Si estás en ese proceso, te hablaremos de 6 señales de que nunca estuviste enamorado realmente de esa persona.
¿Cómo saber que nunca estuviste enamorado?
Si quieres saber si en realidad amabas o no a la persona con la que estabas, puedes identificar estas 6 señales de que nunca estuviste enamorado:
No extrañas nada
Cualquier ruptura conmueve un poco. Sin embargo, con el paso de los días puedes darte cuenta que no extrañas a la persona; de hecho, puede que no extrañes la relación, sus gestos ni nada de lo que hacía contigo. Este es un claro indicativo de que no la amabas.
Una decisión precipitada
Si conociste a esa persona cuando estabas completamente solo, y querías tener una relación, es posible que te uniste a ella por necesidad, mas no por amor. Por tanto, una de las 6 señales de que nunca estuviste enamorado es que tomaste una decisión precipitada al iniciar la relación. Simplemente, fue una presencia que llenó alguno de tus vacíos.
No estás orgulloso de esa persona
Cuando amas a una persona, sientes orgullo de estar con ella. Incluso, al andar en la calle juntos, te hace sentir ese orgullo natural. No obstante, si deseaste que fuese diferente, no te gustaba hablar de ella con tus amigos o si llegó a avergonzarte en algún momento, es obvio que no la amabas.
Era una aventura
Otra de las 6 señales de que nunca estuviste enamorado es que siempre viste la relación como una aventura o algo pasajero. Sin embargo, con el paso del tiempo te acostumbraste a esa persona, llegando a pensar que la amabas, pero en realidad no se trataba de eso, sino costumbre o un salvoconducto para no estar solo.
No te sentiste “vivo” con ella
Aun cuando parecía que se llevaban bien, si haces una introspección y te sinceras contigo, puede que llegues a la conclusión de que nunca te sentiste realmente vivo con esa persona. Si, a pesar de hacer cosas bonitas juntos, no llegaste a sentir plena felicidad por tu pareja, realmente no sentías amor por ella, sino forzabas las cosas para tratar de sentirte bien.
No te involucraste en la relación
Si te sinceras y llegas a la conclusión de que nunca te importo mucho la relación, es posible que nunca te hayas enamorado. Solo disfrutaste los buenos momentos, el romance y el sexo, pero en realidad no hubo amor por esa persona. De hecho, quizá nunca tuviste intenciones de quedar bien con sus amigos o familiares, por lo que resulta obvio que no te involucraste realmente en esa relación.